RÉSUMÉ
La principal indicación de los fármacos antituberculosos de segunda línea es la presencia de tuberculosis resistente a drogas primarias. Comparados con los antituberculosos de primera línea, estos fármacos tienen una menor actividad antimicrobiana, más efectos colaterales, algunos son más caros y varios regímenes en los que se incluyen estas drogas son administradas por un mayor tiempo. Los principales fármacos son: ácido paraaminosalicílico (PAS), tiacetazona, clofazimina, etionamida, cicloserina, capreomicina, amikacina y kanamicina. Sus mecanismos de acción y de resistencia, así como su absorción, eliminación y efectos colaterales son diferentes para cada droga. Para el PAS y la tiacetazona los efectos colaterales más importantes son a nivel gastrointestinal; la clofazimina puede producir hiperpigmentación de la piel; la ciloserina puede originar síntomas neurológicos; los aminoglucósidos y la capreomicina generalmente causan trastornos vestibulococleares. Las contraindicaciones y las dosis de cada fármaco, de acuerdo a las posibles enfermedades concomitantes, son quizás de los aspectos a considerar más importantes cuando estas drogas son administradas