RÉSUMÉ
Entre 1990 y 1998 fueron diagnosticados 12 pacientes con metaplasia columnar en el tercio inferior del esófago, de los que sólo 4 presentaban epitelio especializado con células caliciformes "Esófago de Barrett" (EB). Al igual que en la literatura, se observó con mayor frecuencia en los varones (3 varones, 1 mujer). Se han descripto enfermedades coexistentes que predisponen al esófago de Barrett. En nuestros casos estas patologías estaban presentes en 3 pacientes. Todos tenían reflujo gastroesofágico (RGE) severo con pHmetría patológica. El diagnóstico se sospechó en el examen endoscópico por las imágenes características en 2 pacientes y se confirmó por biopsia en los 4 casos. Todos los pacientes recibieron tratamiento médico inicial con inhibidores de la bomba de protones (IBP). A 2 pacientes se les realizó una fundoplicatura de Nissen, 4 y 6 meses después del diagnóstico. Una paciente con daño neurológico será intervenida próximadamente para realizar una fundoplicatura y en 1 paciente con estenosis cáustica se planeta realizar una cirurgía de reemplazo (translocación colónica o ascenso gástrico). Dado el potencial oncogénico del EB se resalta la importancia de descartar esta patología en todo paciente con RGE grave, o enfermedad coexistente predisponente, mediante exámenes periódicos con biopsias múltiples.
Sujet(s)
Humains , Mâle , Femelle , Enfant d'âge préscolaire , Adolescent , Oesophage de Barrett/diagnostic , Reflux gastro-oesophagien , Oesophage de Barrett/épidémiologie , Oesophage de Barrett/thérapie , Comorbidité , Oesophage/anatomopathologie , Reflux gastro-oesophagien/épidémiologie , MétaplasieRÉSUMÉ
La toxicidad local de los citostáticos oscila entre el 2 y el 6 por ciento de todos sus efectos adversos. Si bien su frecuencia no es alta las lesiones que pueden originarse revisten sin embargo importancia por sus consecuencias sobre la calidad de vida del paciente y la continuidad del tratamiento. La incidencia de las lesiones por extravasación de quimioterápicos oscila según los diferentes centros entre 0,5 y 1 por ciento de todos los enfermos tratados. Los principales factores de riesgo son el suministro repetido de drogas y el deterioro progresivo de las venas