RÉSUMÉ
Resumen Introducción: La Organización Mundial de la Salud establece como nivel máximo de ruido 40 decibelios (dB) para una unidad de cuidados críticos. El objetivo de este estudio fue comparar la intensidad del nivel de ruido ambiental en 2 unidades de cuidados críticos de un hospital de tercer nivel de atención. Métodos: En un diseño observacional, descriptivo y transversal se comparó el nivel máximo de ruido dentro de la unidad de cuidados intensivos metabólicos y coronarios con un medidor digital. La medición en 4 puntos diferentes de cada habitación con intervalos de 5 min durante un período de 60 min se llevó a cabo a las 7:30, 14:30 y 20:30. El promedio de las observaciones se comparó con estadística descriptiva y U de Mann-Whitney. Un análisis con la prueba de Kruskal-Wallis se realizó para comparar los promedios de ruido en las diferentes lecturas. Resultados: Se observó que el ruido en la unidad de cuidados intensivos tuvo un promedio de 64.77 ± 3.33 dB (p = 0.08); algo similar sucedió en la unidad de cuidados intensivos metabólicos coronarios con un promedio de 60.20 ± 1.58 dB (p = 0.129). El 25% o más de las mediciones superaron hasta por 20 puntos lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Conclusiones: El nivel de ruido que se encontró en las unidades de cuidados intensivos estudiadas sobrepasan el nivel máximo recomendado para un hospital. Es necesario diseñar y aplicar acciones para una mayor participación del personal de salud en la disminución del ruido ambiental.
Abstract Introduction: The World Health Organisation (WHO) has established a maximum noise level of 40 decibels (dB) for an intensive care unit. The aim of this study was to compare the noise levels in 2 different intensive care units at a tertiary care centre. Methods: Using a cross-sectional design study, an analysis was made of the maximum noise level was within the intensive coronary care unit and intensive care unit using a digital meter. A measurement was made in 4 different points of each room, with 5 minute intervals, for a period of 60 minutes 7:30, 14:30, and 20:30. The means of the observations were compared with descriptive statistics and Mann-Whitney U. An analysis with Kruskal-Wallis test was performed to the mean noise level. Results: The noise observed in the intensive care unit had a mean of 64.77 ± 3.33 dB (P = .08), which was similar to that in the intensive coronary care unit, with a mean of 60.20 ± 1.58 dB (P = .129). Around 25% or more of the measurements exceeded the level recommended by the WHO by up to 20 points. Conclusions: Noise levels measured in intensive care wards exceed the maximum recommended level for a hospital. It is necessary to design and implement actions for greater participation of health personnel in the reduction of environmental noise.