RÉSUMÉ
Debido a la frecuencia con que se presentn las enfermedades de transmisión sexual entre las personas jóvenes y las dificultades para su diagnóstico, estudiamos 228 jóvenes universitarias, que presentaban síntomas vaginales, para conocer la frecuencia de Clamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae, Candida albicans, Trichomonas vaginalis y Gardnerella vaginalis. Adicionalmente, quisimos conocer si la actividad sexual o los métodos de planificación familiar constituían un factor de riesgo para estas infecciones. Al analizar los datos encontramos vaginosis bacteriana en el 31 por ciento, vaginitis por candida albicans en el 15 por ciento y cervicitis por Chlamydia trachomatis en el 22 por ciento. Los métodos de planificación fueron un factor de riesgo para las diferentes infecciones, pero la actividad sexual no. No hubo una buena correlación entre los hallazgos clínicos y los de laboratorio, pero confirmamos la utilidad de los exámenes directos en la candidiasis y la vaginosis bacteriana, así como la necesidad de realizar exámenes de laboratorio específicos para el diagnóstico de la infección pos C. trachomatis, infección muy frecuente, que causa gran morbilidad en las mujeres jóvenes en edad reproductiva
Sujet(s)
Humains , Femelle , Adolescent , Adulte , Services de santé pour adolescents/tendances , Maladies sexuellement transmissiblesRÉSUMÉ
Con el propósito de conocer la prevalencia de la infección endocervical por chlamydia trachomatis en un grupo considerado de alto riesgo, estudiamos 118 pacientes con atipias severas o algún grado de neoplasia intraepitelial cervical (NIC). Empleando la técnica del cultivo en células McCoy pudimos determinar la infección cervical en 56 de ellas (47 por ciento). De los datos paraclínicos el hallazgo de atipias severas en una citología rutinaria, aún con el cervix paraentemente normal, fue el que más correlacionó con la presencia de infección por C. trachomatis. Una nuestra adicional de uretra sirvió para mejorar la positividad diagnóstica en un 18 por ciento. Se analizaron comparativamente los tres métodos para demostrar antígeno con los que cuenta el laboratorio: aislamiento, inmunofluorescencia directa y el ensayo inmunoenzimático encontrándose una eficiencia del 70 por ciento y 65 por ciento de los dos últimos exámenes comparados con el aislamiento