RÉSUMÉ
Resumen Antecedentes: estudios previos reportan la presencia de grasas saturadas y grasas trans en productos de panadería, relacionadas con enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, se desconoce la procedencia y calidad de las materias primas grasas utilizadas por los panaderos en Medellín. Objetivo: caracterizar las materias primas grasas utilizadas para la preparación de productos de panadería. Materiales y métodos: estudio descriptivo transversal, de tipo exploratorio, con 24 muestras. Por cada muestra se realizó una encuesta a los panaderos para evaluar la calidad de las grasas y un análisis por cromatografía de gases para cuantificar 17 grasas saturadas y grasas trans. Resultados: el promedio de grasas trans en las materias primas grasas fue de 0,46 g en 100 g, mientras la normatividad permite 5 g en 100 g (Resolución 2508 de 2012, del Ministerio de Salud y Protección Social); el 42,1 % del contenido graso proviene de grasas saturadas; y algunas materias primas grasas no cumplen con la normatividad vigente para el etiquetado de alimentos envasados, pues no tienen rotulado nutricional. Conclusiones: en ninguna de las 24 materias primas grasas evaluadas cromatográficamente se cuantificó un contenido de grasas trans superior a lo permitido por la Resolución 2508, lo cual evidencia el esfuerzo de la industria de alimentos. Es necesario mantener la vigilancia del etiquetado para asegurar su cumplimiento.
Abstract Background: Previous studies have reported the presence of saturated and trans fatty acids in bakery products, which are related with chronic non-communicable diseases. Currently, the origin and quality of the primary fat ingredients and products used by bakers in the city of Medellin is currently unknown. Objective: The aim of this paper is to characterize the primary fat ingredients used for the preparation of bakery products. Materials and Methods: An exploratory transversal descriptive study, with 24 bakery samples belonging to three groups according to socioeconomic level. For each sample, a survey was conducted to evaluate the quality of fat and an analysis by gas chromatography was done to quantify 17 saturated and trans fatty acids was. Results: The average trans fatty acid content in the margarines is 0.46 g per 100 g, however regulatory entities allow 5 g per 100 g (Resolución 2508 de 2012, del Ministerio de Salud y Protección Social); 42.1% of fat content comes from saturated fatty acids and some primary fat ingredients do not comply with current regulations for packaged foods. Conclusions: None of the 24 fat ingredient chromatographic evaluations was quantified with trans fatty acids content higher than that allowed by Resolution 2508. This proves the effort of the food industry, however it is necessary to maintain the surveillance of the labeling to ensure compliance.
RÉSUMÉ
Introducción: El manejo de la infección todavía es un reto en el tratamiento del desnutrido grave porque la inmunosupresión y la anemia concomitante comprometen la respuesta inflamatoria. Objetivo: Comparar la respuesta inflamatoria entre niños con desnutrición aguda grave tipo marasmo y kwashiorkor y niños eutróficos con y sin anemia (grupos control), mediante la medición de los niveles de proteína C reactiva (PCR) y de las citocinas pro-inflamatorias IL-8, IL-1β, IL-6, IL-10, TNF e IL-12. Metodología: Se realizó un estudio de corte transversal, donde se determinaron los niveles de algunos indicadores de la respuesta inflamatoria como proteína C reactiva (PCR), citocinas pro-inflamatorias como IL-8, IL-1β, IL-6, IL-10, TNF- e IL-12p70, hemoglobina y ferritina en un grupo de 40 niños: 10 con marasmo, 10 con kwashiorkor, 10 eutróficos con anemia y 10 eutróficos sin anemia. Resultados. La PCR fue significativamente mayor en desnutridos que en eutróficos. Las concentraciones de las citocinas pro-inflamatorias fueron mas altas en niños con kwashiorkor seguidos de eutróficos con anemia, marasmáticos y eutróficos sin anemia. La hemoglobina se correlacionó negativamente con los niveles de IL-8 (r=-0,409 p=0,009), IL-6 (r=-0,442 p=0,004) e IL-10 (r=-0,436 p=0,005). Conclusión. Los niños con desnutrición aguda grave producen una respuesta inflamatoria con aumento en los niveles de la PCR y de citocinas pro-inflamatorias que indican infección aun cuando no presenten signos, lo cual apoya la recomendación del protocolo de la OMS de medicarlos con antibioticos. Adicionalmente, estos resultados sugieren que las citocinas pro-inflamatorias podrian participar en la patogenesis de la anemia en pacientes con o sin desnutricion.
The treatment of the infection is still challenging in children with severe malnutrition and immunosupression. Objective: evaluate and compare inflammatory markers such as C-reactive protein (CRP) and proinflammatory cytokines in children with severe malnutrition and anemia. Methodology: levels of hemoglobin, transferrin, CRP and inflammatory markers such as cytokines IL-8, IL-1β, IL-6, IL-10, TNF- and IL-12p70 were assessed in a group of 40 children, nutritional status was also evaluated.10 were classified with marasmus, 10 with kwashiorkor, 10 well nourish with anemia and 10 well nourish with no anemia. Results: C-reactive protein was significantly higher in undernourishment children than in well nourish children. Levels of proinflammatory cytokines were higher in children with kwashiorkor along by well nourish children with anemia, children with marasmus and well nourish children with no anemia. Hemoglobin was no correlated with levels of IL-8 (r=-0,409 p=0,009), IL-6 (r=-0,442 p=0,004) and IL-10 (r=-0,436 p=0,005). Conclusion: malnourished children could develop an inflammatory condition presenting high levels of inflammatory markers such as C-reactive protein (CRP) and proinflammatory cytokines. These results suggest that proinflammatory cytokines may participate in the pathogenesis of anemia in malnourished or well nourished patients.