RÉSUMÉ
Cuando la cardiopatía isquémica coexiste con la hipertensión arterial, el tratamiento de esta se torna una tarea compleja. El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto sobre el control ambulatorio de la presión arterial (en una cohorte de hipertensos sistólicos mayores de 50 años con cardiopatía isquémica asociada) de una estrategia de tratamiento antihipertensivo basada en un betabloqueador (atenolol), un diurético y un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina. Se incluyeron 126 pacientes (hipertensos no controlados mayores de 50 años con cardiopatía isquémica estable crónica que fueron evaluados al inicio y a las 6, 24 y 52 sem. A las 6 sem estaban controlados el 52,38 por ciento de los pacientes, a los 6 meses 54,76 por ciento y al año el 71,42 por ciento. Los resultados indican que el tratamiento fue efectivo para controlar la presión arterial y reducir las crisis de angina de pecho en hipertensos sistólicos. Para lograr esto, la mayoría de los pacientes necesitó 2 ó 3 medicamentos, lo que indica que esta cohorte de pacientes hipertensos sistólicos, en su mayoría de la tercera edad y con una cardiopatía isquémica estable crónica asociada, necesitan una terapéutica adecuada, con un seguimiento frecuente
When ischemic heart disease is associated with arterial hypertension, treatment becomes a complex task. A group of 126 non-controlled patients with isolated systolic hypertension aged over 50 with associated ischemic heart disease was studied to assess the effect of an antihypertensive treatment strategy based on the combination of a b-blocker (Atenolol), a diuretic, and an angiotensin-converting enzyme inhibitor (ACEI) on the ambulatory control of arterial pressure. All patients were assessed at onset and 6, 24 and 52 weeks later. The percentage of patients achieving blood pressure control was 52.38 percent; 54.76 percent and 71.42 percent at 6, 24 and 52 weeks respectively. The results showed that treatment was effective to control the arterial pressure and to reduce the angina episodes in the systolic hypertensive ones. To achieve it, most of patients needed two or three drugs indicating that this group of hypertensive and systolic patients in the main of third age and with an associated chronic stable ischemic heart disease needs an appropriate therapy with a frequent follow-up