RESUMO
Traumatic brain injury (TBI) is the leading cause of death and disability for children and young adults. The Glasgow Coma Scale allows to classify TBI as mild, moderate and severe. Imaging studies show the heterogeneity of the diagnosis. Primary injury is caused by mechanical impact. Secondary injury contributes significantly to prognosis by exacerbating hypoperfusion and intracranial hypertension. Even in the absence of extracranial lesions, many patients with severe TBI present significant organ dysfunction, which transforms TBI into a multisystemic pathology. Most relevant systems compromised include cardiovascular, autonomic, respiratory and coagulation. The main aims of anesthetic management are: early decompression together with prevention, early detection, and management of determinants of secondary injury. To date, there are no techniques or drugs showing a significant impact on the outcome of TBI patients. On the other hand, maintaining good hemodynamic stability, adequate oxygenation and normocarbia all contribute to a better outcome.
El trauma encéfalocraneano (TEC) es la causa más importante de muerte y discapacidad de niños y adultos jóvenes. La escala de Glasgow permite clasificarlo en leve, moderado y severo. La imagenología da cuenta de la heterogeneidad del diagnóstico. La injuria primaria es la causada por el impacto mecánico. La injuria secundaria contribuye significativamente al pronóstico al exacerbar la hipoperfusión y la hipertensión endocraneana. Aun en ausencia de lesiones extracraneales, gran parte de los pacientes con TEC severo presenta disfunción orgánica significativa, lo que lo transforma en una patología multisistémica. Destacan el compromiso cardiovascular, autonómico, respiratorio y trastornos de la coagulación, entre otros. Los objetivos del manejo anestésico son: la descompresión precoz junto con la prevención, detección temprana y manejo de factores determinantes de injuria secundaria. No existe evidencia respecto de técnicas ni fármacos que hayan demostrado un impacto significativo en el manejo del TEC, más bien, impacta positivamente el mantener la estabilidad hemodinámica, una adecuada oxigenación y normocarbia.