RESUMO
El primer rearreglo cromosómico ligado a cáncer fue el cromosoma Phl en Leucemia mieloide crónica (LMC). Las técnicas de bandeo cromosómico demostraron que se trataba de una t(9,22). Actualmente se han detectado numerosas alteraciones estructurales asociadas a otras patologías hematológicas, tales como t(8,21) en Leucemia mieloide aguda (LMA) tipo M2; t(15,17) en LMA-M3; t(8,14) en Linfoma de Burkitt y Leucemia linfoblástica aguda (LLA) tipo L3; t(4,11) en LLA-L1 y L2; t(1,19) en LLA-L1, etc. Las alteraciones numéricas cobran importancia especialmente en LLA. En Síndromes mielodisplásicos, la presencia de un desarrollo de tipo clonal está relacionado con evolución maligna. En base a lo expuesto se concluye que los estudios citogenéticos muestran un importante valor diagnóstico y/o pronóstico en los desórdenes hematológicos, independiente de otros factores clínicos.