RESUMO
Los LF representan aproximadamente el 25% de los Linfomas no Hodgkin. Debido a su curso clínico indolente y recaídas habituales, son considerados una entidad incurable con los regímenes quimioterápicos convencionales. Aunque el advenimiento del Rituximab modificó la sobrevida global, el tratamiento de mantenimiento con este fármaco retrasa la recaída y consolida la respuesta alcanzada luego de la fase de inducción. Con una dosis semanal de Rituximab de 375 mg/m2 se demostró una acumulación progresiva de su concentración plasmática, la cual continúa siendo detectable luego de 36 meses de la última infusión. Existen varios esquemas de mantenimiento que varían con intervalos entre 2, 3 y 6 meses, todos ellos han demostrado efectividad. El más utilizado resulta el trimensual ya que logra mantener niveles séricos de Rituximab mayores a 25 μg/l (valor target en mantenimiento) con una duración de 2 años. Entre los efectos adversos predominan la reagudización de infecciones virales y la disminución de inmunoglobulinas (Ig) (principalmente Ig M), sin un incremento en la mortalidad. Debido a que existe una correlación lineal entre el descenso de Ig y la actividad del Rituximab, la terapéutica debería personalizarse según los niveles de Ig previos a cada ciclo de mantenimiento para optimizar la distancia entre los mismos, ahorrando costos y disminuyendo el riesgo de infección. Además, la detección del rearreglo del BCL2 al inicio y final del mantenimiento definirá la posibilidad de recaída y la necesidad o no de prolongarlo más allá de 2 años, con un probable impacto en la sobrevida global.
Follicular lymphomas account for about 25% of nonHodgkin lymphomas. Due to its indolent clinical course and common relapses are considered incurable entity with conventional chemotherapy regimens. Although the advent of Rituximab have modified the overall survival, maintenance treatment with this drug, delayed the relapse and consolidates the response reached after the inductions phase. A weekly dose of 375 mg/m2 of Rituximab showed a progressive accumulation of its plasma concentration, which remains detectable 36 months after the last infusion.There are several schemes of maintenance that ranging from 2, 3 and 6 months, all with proved effective. The mostwidely used is the threemonthly since achieved maintain serum Rituximab levels greater than 25 μg/l (target value in maintenance) during two years.Among the adverse effects predominate exacerbation of viral infections and decreased of immunoglobulins (mainlyIgM), without an increase in mortality. Because there is a linear correlation between the decrease in immunoglobulins and the activity of Rituximab, therapy should be individualized to immunoglobulins levels before each maintenance cycle in order to optimize the distance between them, saving costs and reducing the risk of infection. Besides, the detection of BCL2 rearrangement at the beginning and end of maintenance would define the possibility of relapse and whether or not extended the maintenance beyond two years, with a likely impact on overall survival.