RESUMO
The introduction of computed axial tomography (CAT) and magnetic resonance imaging (NMR) in the study of pediatric patients has led to a growing need for sedation and anaesthesia in imaging units. Scientific societies for Pediatrics, Radiology, and Anaesthesia have jointly prepared guides and recommendations establishing standards which regulate procedures, in attempts to guarantee efficiency, security, and economy. Many centers have compiled experiences and developed protocols to report on techniques and behaviors which have permitted a better understanding of patient needs and reduction of numbers of unsuccessful procedures. At present there exist a variety of techniques for sedation and anaesthesia which conform to these standards. Ultimately, present evidence suggest that assistence rendered by anaesthesiologist physician. Training of personnel reduces variability in success of the procedures as well as their costs, and the best decision which guarantees efficiency and security is that which is made on a individual basis considering the characteristics of the patient, availability of trained personnel, equipment, and experience of the health professional in charge.
La introducción de la tomografía axial computada y la resonancia nuclear magnética en el estudio del paciente pediátrico se tradujo en una creciente necesidad se sedación y anestesia en las unidades de imagenología. Las sociedades científicas, de Pediatría, Radiología y Anestesiología, en conjunto han elaborado guías y recomendaciones donde establecen los estándares que norman los procedimientos buscando garantizar eficacia, seguridad y economía. Muchos centros han recopilado experiencias y desarrollado protocolos para uniformar técnicas y conductas, lo que ha permitido un mayor entendimiento de las necesidades de los pacientes y una disminución en el número de los procedimientos fallidos. Actualmente, existen variadas técnicas de sedación y anestesia que cumplen con dichos estándares. Por último, la evidencia actual señala que la asistencia otorgada por un anestesiólogo es más segura que la del médico no anestesiólogo; que el entrenamiento del personal reduce la variabilidad del procedimiento y los costos, y que la decisión que mejor garantiza la eficacia y seguridad es aquella que se hace en forma individualizada, considerando las características del paciente, la disponibilidad de personal entrenado y equipos y la experiencia del profesional a cargo.