El mito de la asociación libre y el potencial de la relación analítica / The myths of free association and the potencials of the analytic relationship

El autor pone en discusión el punto de vista tradicional y todavía predominante acerca de la 'asociación libre' considerando que esta conlleva tres formas de negación (también formulados en término de sus correspondientes mitos; 1) el carácter de agente del paciente 2) la influencia interpersonal del paciente y del analista; y 3) la parte de responsabilidad del paciente en la co-construcción de la relación analítica. Esta responsabilidad incluye un cierto nivel de consideración de las necesidades del psicoanalista. Algunas veces, en este aspecto, el buen criterio del paciente puede reflejarse en algo que es automáticamente reducido, de manera equivocada, a una forma de "resistencia". Naturalmente, poner el énfasis en la responsabilidad del paciente debe tener como contrapartida, el esfuerzo de aportarle una atmósfera especialmente segura que te permita transmitir sentimientos y actitudes libres de vergüenza y ansiedad. Pero, idealmente, la acción terapéutica del psicoanálisis implica favorecer, a través de la experiencia vivida, la interacción dialéctica entre la autoexpresión, por un lado y el cuidado del compromiso relacional por el otro. El reconocimiento del carácter de agente del paciente no implica la exploración de figuras coercitivas pertenecientes al pasado, por le contrario esta exploración resulta mucho más profunda. Al mismo tiempo abre la posibilidad de un reconocimiento explícito, a través del desafío, las críticas o las afirmaciones, de las contribuciones del paciente al trabajo analítico.

The author challenges the traditional and still prevalent view of 'fire association', arguing that it entails three forms of denial (also formulated in terms off corresponding myths) : 1) denial of the patient free agency; 2) denial of the patient 's and the analyst 's interpersonal influence: and 3) denial of the patient's share of responsibility for co-constructing the analytic relationship. That responsibility includes some degree of consideration of the analyst's needs. Sometimes, the patient's good judgment to that end may be reflected in what is automatically and mistakenly reduced to a form of 'resistance'. Attention to the patient's responsibility must be balanced against the effort to provide a uniquely safe environment for the patient's revealing of shame and anxiety-ridden feelings and attitudes. But the therapeutic action of psychoanalysis, ideally, includes the cultivation, through lived experience, of the dialectical interplay of self-expression on the one hand, and caring relational engagement, on the other. Recognition of the patient’s free agency does not preclude exploration of constraining structures laid down in the past. On the contrary, it deepens such exploration. At the .same time, it opens the door to the possibility of explicit recognition, via challenge, criticism, or affirmation, of the patient's contributions to the analytic work.