RESUMO
La sedación y anestesia tópica adecuada antes de la intubación con el fibroscopio en el paciente despierto pueden ser logradas con seguridad, con facilidad y con mínima incomodidad para el paciente y el anestesiólogo. La medicación preanestésica siempre debe incluir un agente secante como la atropina, si no está contraindicada. La sedación se puede lograr con una combinación de analgésico narcótico y un ansiolítico. Para intubación nasal, la topicalización de la naríz y nasofarínge seguida de inyección traslaríngea de lidocaína al 4 por ciento funciones bien. Para intubación oral, el anestésico local atomizado en la orofarínge, gel de benzocaína aplicado a la base de la lengua, e inyección traslaríngea de lidocaína al 4 por ciento proveen una buena anestésia de la vía aérea alta. El bloqueo bilateral del nervio glosofaríngeo ayuda a eliminar el reflejo nauseoso cuando este interfiere con la fibroscopia. Estas técnicas son seguras, fáciles y rápidas de aprender, son bien aceptadas por los pacientes y proveen condiciones excelentes para intubación fibroscópica en el paciente despierto