RESUMO
La sociedad asigna a madres y niños alta prioridad, derivada de la vulnerabilidad y de los procesos de crecimiento y desarrollo que los caracteriza, así como por ser el niño sujeto de derecho, con rango constitucional. La salud materno infantil está fuertemente sujeta a los cambios socioeconómicos y culturales y especialmente por la situación de pobreza. En nuestro país, los altos porcentajes de niños bajo la línea de pobreza, se han manifestado con un aumento de la mortalidad infantil en diez jurisdicciones con cifras extremas. Los programas delicados a este grupo se han caracterizado por su discontinuidad y no representar políticas de estado, de manera que para superar esta situación se proponen dos líneas de trabajo: abogar por políticas sociales que disminuyan la pobreza y estimulen el trabajo intersectorial y actuar desde el sector salud mejorando la cobertura y calidad de la atención del grupo. Se señalan las actividades que se han demostrado más efectivas en el ámbito nacional e internacional y se destacan entre las estrategias el desarrollo del primer nivel y la participación comunitaria.