RESUMO
Las convulsiones febriles ocurren en niños entre los seis meses y los cinco años de edad, neurológicamente sano y ausencia de infección del sistema nervioso central, precipitadas por la fiebre. Su incidencia se estima entre el 2 por ciento y el 4 por ciento de la población pediátrica, con un porcentaje de recurrencia de un 30 por ciento a un 50 por ciento, siendo de mayor riesgo aquellos niños con convulsión febril que aparece en el curso del primer año de vida. Se clasifican en simples y complejas de acuerdo a la duracion, tipo de convulsión, número de convulsiones en 24 horas y estado neurológico postictal. El tratamiento profiláctico es controversial, utilizándose fármacos tanto en esquemas de administración continua como intermitente, recordando que cada paciente debe manejarse individualmente y considerando siempre los riesgos-beneficios de tales fármacos ante un proceso benigno de la infancia