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1.
Med. lab ; 23(11-12): 509-512, 2017.
Artigo em Espanhol | LILACS, COLNAL | ID: biblio-1097336

RESUMO

Debido al gran número de casos nuevos de tuberculosis, la emergencia de cepas resistente y las comorbilidades que comprometen la función del sistema inmune [1], esta condición patológica tiene cada vez mayor impacto en el ámbito global. A pesar de las múltiples investigaciones, la complejidad del problema y los impactos sociales y económicos hacen de la tuberculosis una enfermedad que se considera devastadora. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que una cuarta parte de la población mundial tiene tuberculosis latente; término aplicado para las personas infectadas por Mycobacterium tuberculosis que aún no han enfermado ni pueden transmitir la infección. La tuberculosis, durante muchos años, y también según las estadísticas de la OMS, está dentro de las diez primeras causas de muerte en el mundo [2]. Si se contrasta con otras enfermedades infecciosas, también devastadoras, como la diarrea y las enfermedades respiratorias, que pueden ser originadas por múltiples agentes etiológicos, la tuberculosis es la enfermedad más importante causada por un único agente etiológico. La infección usualmente comienza por el tracto respiratorio, donde las bacterias inhaladas pueden ser fagocitadas por los macrófagos residentes del alvéolo, los cuales son los responsables de activar los mecanismos tempranos de la respuesta innata [3]. Esta respuesta compromete otros tipos de células como las dendríticas y los monocitos, reclutados de la corriente sanguínea, e incluso subpoblaciones de NK [4,5] y neutrófilos [6,7]. Las interacciones iniciales entre la micobacteria y las células hospederas fagocíticas han sido consideradas como eventos capitales en las fases ulteriores de la respuesta inmune [8,9]. Por ello, dadas las restricciones para acceder de manera expedita a muestras de pulmón, estas interacciones han sido estudiadas, por ejemplo, en nuestro caso, utilizando fagocitos obtenidos principalmente de sangre periférica, promonocitos humanos [10-13] y macrófagos esplénicos tanto humanos[14,15] como múridos [16]. Nuestras observaciones han hecho evidentes varias diferencias entre los fagocitos mononucleares de los pacientes con tuberculosis y los individuos sanos. Una de las más notorias consiste en que los monocitos de los pacientes, cuando son infectados in vitro con Mycobacterium tuberculosis H37Rv o tratados con derivado proteico purificado (PPD), una fracción de ellos muere con evidentes alteraciones en la membrana celular y otra con daño mitocondrial, exposición de la fosfatidilserina, activación de caspasas y daño en el ADN. En el caso de los monocitos de los controles sanos se observa fundamentalmente muerte con daño mitocondrial y una escasa proporción de células con daño en la membrana [11,12]


Assuntos
Humanos , Tuberculose , Doenças Respiratórias , Monócitos , Sistema Imunitário , Infecções
2.
Med. lab ; 23(11-12): 513-550, 2017.
Artigo em Espanhol | LILACS, COLNAL | ID: biblio-1097340

RESUMO

el diagnóstico de la tuberculosis ha estado basado en la detección directa de la micobacteria; sin embargo, se estima que este se puede lograr solamente en el 10% de los casos y requiere que se combine con métodos confirmatorios como el cultivo, el cual puede tomar varias semanas para que el crecimiento sea evidente. Los métodos basados en la amplificación de la secuencia ácidos nucleicos muestran sensibilidad y especificidad altas, pero no siempre son accesibles a todos los laboratorios debido a sus requerimientos de infraestructura y el costo de los insumos. Las limitaciones para el diagnóstico hacen que se busque continuamente metabolitos micobacterianos, mediante diferentes aproximaciones, que sean, ulteriormente, fáciles de rastrear en condiciones muy básicas de laboratorio. En esta revisión se incluyen algunas de las aproximaciones metodológicas basadas en la detección de derivados micobacterianos y su valor como herramienta para el rastreo de la micobacteria


The diagnosis of tuberculosis has been based on the direct detection of mycobacteria. However, it is estimated that only can be achieved in 10% of the cases and it is necessary to combine with confirmatory methods such as culture that may take several weeks to growth been evident. Methods based on sequence amplification of nucleic acids show high sensitivity and specificity, but are not always accessible to all laboratories due to infrastructure requirements and the cost of inputs. The limitations for the diagnosis induce to a continued research for mycobacterial metabolites by different approaches that are later easy to trace in very basic laboratory conditions. This review includes some of the methodological approaches based on mycobacterial derivatives and their value as a tool to detect the mycobacteria


Assuntos
Humanos , Tuberculose , Cromatografia , Fatores Corda , Lipídeos
3.
Rev. colomb. reumatol ; 20(4): 218-227, oct.-dic. 2013. ilus, tab
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: lil-705615

RESUMO

Resumen Introducción: Los linfocitos B (LB) se consideran el centro de la desregulación inmune en pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES), principalmente, por su producción de autoanticuerpos. Recientemente, se demostró la existencia de LB, incluidos en los B transicionales, con capacidad reguladora (Breg) y fenotipo CD19+CD24hiCD38hi. En humanos se demostró la importancia de CD80 y CD86 en su función reguladora. El papel de CD1d aún no ha sido evaluado. Objetivo: Evaluar la frecuencia de LB maduros, memoria y transicionales, en controles y pacientes con LES, además de la expresión de CD1d y correlacionarla con la actividad de la enfermedad medida por SLEDAI (Systemic Lupus Erythematosus Disease Activity Index). Materiales y métodos: Se evaluó por citometría de flujo la frecuencia de subpoblaciones de LB basados en la expresión de CD19, CD24 y CD38, además de CD1d, en controles con otras enfermedades autoinmunes (OEA), individuos sanos y pacientes con LES, y se correlacionó con SLEDAI. Resultados: Se evidenció una disminución significativa en el porcentaje de LB de memoria en pacientes LES y OEA, sin alteraciones en las subpoblaciones de LB maduros y transicionales. La expresión de CD1d no evidenció diferencias significativas en ninguna de las subpoblaciones ni se correlacionó con SLEDAI. Conclusión: La disminución de la subpoblación de memoria fue previamente descrita en LES y se ha asociado a algunos tipos de tratamiento. Aunque CD1d se ha asociado a la función de Breg en murinos, no hubo diferencias significativas en su expresión en las subpoblaciones y queda por clarificar su papel en la función de las Breg humanas.


Abstract Introduction: B lymphocytes are considered the center of immune dysregulation in Systemic Lupus Erythematosus (SLE). It has recently been demonstrated that there is a B cell with regulatory capacities (Breg) included in transitional B lymphocytes with the phenotype CD19+CD24hiCD38hi. The importance of CD80 and CD86 in the regulatory function of the Bregs has been demonstrated in humans, but the role of CD1d has not been evaluated. Objective: To evaluate the frequency of mature, memory and transitional B cells in SLE patients and controls, the expression of CD1d among these cells, and its correlation with the activity of the disease measured using the Systemic Lupus Erythematosus Disease Activity Index (SLEDAI). Materials and methods: The frequency of the B cell subsets was evaluated by flow cytometry based on the expression of CD19, CD24 and CD38, as well as CD1d in these cells in SLE patients and controls, and were correlated with the activity of the disease measured using the SLEDAI. Results: A significant reduction in the percentage of memory B cells was observed in SLE patients and other autoimmune conditions, with no changes in the mature or transitional B cell subsets. Similarly, no significant differences were observed in the expression of CD1d in any of the subsets, nor was there any correlation with the SLEDAI. Conclusion: The reduction of the memory subset has been previously described in SLE, and has been associated with some types of treatment. The expression of CD1d in all the subsets was observed, but its role in the regulatory function of the CD19+CD24hiCD38hi cells is still not clear.


Assuntos
Humanos , Antígenos CD1d , Lúpus Eritematoso Sistêmico
4.
Iatreia ; 23(2): 166-177, jun. 2010. tab, ilus
Artigo em Espanhol | LILACS | ID: lil-599255

RESUMO

Con base en criterios morfológicos y bioquímicos se han definido tres clases de muerte celular: apoptosis, autofagia y necrosis. La primera es una muerte celular regulada, mediada principalmente por caspasas; en la autofagia ocurre formación de vesículas que se fusionan con vacuolas hidrolíticas para degradar organelas intracelulares alteradas. En cuanto a la necrosis, se la ha definido tradicionalmente por la ruptura de la membrana citoplasmática con salida del material intracelular lo que desencadena una reacción inflamatoria localizada; los mediadores pueden variar dependiendo del tejido: lipasas, proteasas y endonucleasas. Las actividades celulares intrínsecas y los eventos que preceden al colapso celular definen el tipo de daño. Pero el hecho de que los tres tipos de muerte celular puedan coexistir y la ocurrencia de necrosis incluso en presencia de ATP hacen pensar que esta es un evento menos pasivo y que hasta cierto punto se puede regular la inducción del daño. Las alteraciones en la estructura de proteínas y en la actividad de proteasas, lipasas y endonucleasas en presencia de sus cofactores, asociadas con los mecanismos intrínsecos de regulación celular permiten pensar que cada célula puede tener su propio arsenal para producir los eventos designados como necrosis (recientemente denominada parapoptosis). En este artículo se revisan algunas de las evidencias sobre la regulación durante la necrosis en diferentes modelos celulares.


Three types of cellular death have been defined by morphological and biochemical criteria: apoptosis, necrosis and autophagy. Apoptosis is a regulated cell death, mainly mediated by caspases; autophagy induces degradation of intracellular damaged organelles through the formation of vesicles that fuse with hydrolytic vacuoles. Necrosis has been traditionally defined by the rupture the cytoplasmic membrane with subsequent release of intracellular material, triggering localized inflammatory Intrinsic cellular activities and the events preceding cellular collapse are critical to determine the type of tissue damage. The fact that all three types of cellular death can coexist in any organ and tissue with different availabilities of ATP, suggests that necrosis can be conceived as an active event and that to some extent it may be regulated. Alterations in the structure of proteins and in the activity of different proteases, lipases and nucleases, indicate that each cell may have its own arsenal to trigger the events leading to necrosis. In this article we review some of the evidences on cellular regulation during necrosis.


Assuntos
Humanos , Apoptose , Autofagia , Morte Celular , Necrose
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