RESUMO
La presente revisión tiene como objetivos presentar a la comunidad académica evidencias recientes que proponen una relación entre la mala calidad y cantidad de sueño y la propensión al sobrepeso y obesidad. Se presentan en este escrito evidencias obtenidas en estudios clínicos controlados y de investigación básica experimental que demuestran que una cantidad o calidad deficiente de sueño lleva a corto plazo a alteraciones de tipo metabólico y conductual conducentes a la sobre ingestión de alimentos y al sobrepeso. También se discuten los posibles mecanismos que pudieran subyacer a este fenómeno, a nivel cerebral, metabólico y celular. El objetivo de esta revisión es presentar a las horas de sueño como un factor poco considerado en los estudios epidemiológicos y experimentales y posible desencadenante de alteraciones metabólicas. Con este escrito esperamos poder interesar a otros profesionistas involucrados en el estudio de este fenómeno para incluir la calidad y cantidad de sueño entre sus variables de estudio y/o incluir la higiene del sueño entre sus propuestas de tratamiento y prevención.
The aim of this revisión is to highlight recent evidence that links low quality and quantity of sleep with an increased propensity to develop overweight or obesity. In this text we present evidence obtained with controlled clinical studies as well as with experimental models, both indicating that decreased hours of sleep lead to metabolic and behavioral changes that then induce overconsumption of food, which then results in weight gain. With this review we want to present sleep as an additional factor contributing to metabolic disease and we aim to raise interest in professional involved in the study of overweight and obesity in order to include this factor as an additional variable in their research and strategies of intervention.
RESUMO
El envejecimiento es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas generadas como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos. Entre estas modificaciones se debe de incluir la incapacidad de adaptación y de responder a los cambios medioambientales, por cada uno de los órganos, aparatos y sistemas. El envejecimiento de los organismos, y particularmente del hombre, es motivo de preocupación desde hace años debido a que nuestra expectativa de vida ha aumentado significativamente y este hecho ha acrecentado el número de habitantes con problemas de envejecimiento, que presentan procesos de deterioro paulatino de órganos y sus funciones asociadas. Muchas enfermedades, entre ellas ciertos tipos de demencia, enfermedades articulares, cardíacas y algunos tipos de cáncer, han sido asociados al proceso de envejecimiento. Uno de los trastornos más notorios en la senectud es la alteración del ritmo de sueño-vigilia, reflejo de un mal funcionamiento del reloj biológico y en consecuencia del sistema circadiano. En este escrito se abordan las bases fisiológicas de la desincronización interna que sufre el hombre en edad adulta así como sus consecuencias fisiológicas y algunas recomendaciones para coadyuvar al tratamiento de este trastorno.
Aging is the set of morphological and physiological changes generated by the action of time on living beings. These changes include the inability to adapt and respond to environmental challenges, by organs, apparatus and systems. Aging of organisms and particularly of man, has become a concern in recent years, because our life expectancy has increased significantly and this has increased the number of individual ailing from the effects of aging, which includes a series of processes of gradual deterioration of organs and their associated functions. Many diseases, such as dementia, joint disease, cardiovascular disease and some cancers have been associated with the aging process. One of the most notorious disorders in aged people is the alteration of the sleep-wake rhythm, a reflection of a malfunctioning biological clock and thus of the circadian system. This manuscript addresses the physiological basis and consequences of internal desynchronization suffered by aged people and numbers recommendations for the treatment of this disorder.
RESUMO
Life on our planet is ruled by a temporary structure that governs our activities, our days and our calendars. In order to cope with a daily changing environment, organisms have developed adaptive strategies by exhibiting daily behavioral and physiological changes. Biological rhythms are properties conserved in all the levels of organization, from unicellular to prokaryotes to upper plants and mammals. A biological rhythm is defined as the recurrence of a biological phenomenon in regular intervals of time. Biological rhythms in behaviour and physiology are controled by an internal clock which synchronizes its oscillations to external time cues that have the capacity to adjust the clock's mechanism and keep it coupled to external fluctuations. The suprachiasmatic nucleus (SCN) of the hypothalamus in mammals is the master circadian clock which is mainly entrained by the light-dark cycle. The SCN transmits time signals to the brain and then to the whole body and by means of its time signals the SCN keeps a temporal order in diverse oscillations of the body and adjusted to the light-dark cycle. The correct temporal order enables an individual to adequate functioning in harmony with the external cycles. Biological rhythms have a hereditary character, thus its expression is genetically determined. All animals, plants, and probably all organism show some type of physiological rhythmic variation (metabolic rate, production of heat, flowering, etc.) that allow for the adaptation to a rhythmic environment. Biological rhythms enable individuals to anticipate and to be prepared to the demands of the prominent cyclic environmental changes, which are necessary for survival. Also, biological rhythms promote showing maximum levels of a physiological variable at the right moment when the environment requires a maximal response. In humans, an example of circadian rhythms is the sleep-wake cycle; simultaneously, a series of physiological changes are exhibited, also with circadian characteristics (close to 24 hours). Circadian oscillations are observed in the liberation of luteinizant hormone, in plasma cortisol, leptin, insulin, glucose and growth hormone just to mentions some examples. The SCN controls circadian rhythmicity via projections to the autonomic system and by controlling the hypothalamus-adenohipofisis-adrenal axis. In this way, the SCN transmits phase and period to the peripheral oscillators to maintain an internal synchrony. Modern life favors situations that oppose the time signals in the environment and promote conflicting signals to the SCN and its effectors. The consequence is that circadian oscillators uncouple from the master clock and from the external cycles leading to oscillations out of synchrony with the environment, which is known as internal desynchronization. The consequence is that physiological variables reach their peak expression at wrong moments according to environmental demands leading then to deficient responses and to disease in the long run. Also, levels of attention, learning and memory reach peak expression at wrong moments of the day leading individuals to exhibit a deficient performance at school or work. The disturbed sleep patterns promote fatigue and irritability, which difficult social interaction. Internal desynchronization results from transmeridional traveling for which people pass multiple hourly regions. This results in an abrupt change in the time schedule and a syndrome known as <
La vida se rige por una estructura temporal que gobierna nuestras horas, nuestros días y nuestros calendarios. Como parte de la adaptación a los ciclos de tiempo que impone el planeta, todo organismo presenta ritmos en su actividad y fisiología. Los ritmos biológicos son una propiedad conservada en todos los niveles de organización, desde organismos unicelulares procariontes hasta plantas superiores y mamíferos. De ellos, los más sólidos son aquellos asociados a los ciclos externos por la alternancia del día y la noche y por la alternancia de las estaciones del año. Los ritmos biológicos fisiológicos y conductuales son procesos dependientes de un reloj interno capaz de ajustar sus oscilaciones a claves de tiempo externas que lo mantienen sincronizado a estas fluctuaciones externas. El núcleo supraquiasmático del hipotálamo (NSQ) es en los mamíferos el principal reloj circadiano y se sincroniza principalmente por el ciclo luz-oscuridad. El NSQ transmite señales de tiempo al cerebro y de ahí al resto del organismo, y por medio de estas señales de tiempo mantiene un orden temporal en diversas funciones del cuerpo y las mantiene ajustadas al ciclo luz-oscuridad. El correcto orden temporal interno permite un adecuado funcionamiento del individuo en armonía con el medio externo y le permite exhibir respuestas adecuadas a un ambiente cambiante y predecible. El estilo de vida del hombre moderno propicia situaciones que llevan a alteraciones de nuestros ritmos biológicos que causan una desadaptación temporal, que a su vez redunda en daños a la salud, ya que afecta tanto la fisiología como la forma en que organizamos nuestra conducta. Un ejemplo de ello son los viajes a través de múltiples regiones horarias. Estos cambios de horario bruscos provocan un síndrome conocido como jet-lag, que consiste en un conflicto transitorio entre el tiempo <