RESUMO
El proceso sensorial del hombre se puede analizar por medio de los potenciales somatosensoriales, auditivos y visuales evocados que se registran a partir de la superficie del cuero cabelludo en todos los pacientes, y de las profundidades del cerebro en algunos pacientes que tienen electrodos implantados con finalidades diagnósticas y terapéuticas. La sensación y la percepción son dos etapas consecutivas del proceso sensorial por medio de las cuales se perciben y analizan los estímulos ambientales. La atención selectiva es un filtro funcional que facilita la percepción de los estímulos importantes y bloquea los que carecen de importancia. La sensación se valora mediante potenciales evocados de latencia breve (tempranos) que revelan la activación del receptor, de las vías específicas y de las cortezas primarias; en tanto que la percepción se valora por los potenciales de latencia larga (tardios) que revelan un sistema reticulotalámico inespecífico que media de manera parcial las funciones de filtrado de la atención y de análisis percentual. La modulación de los impulsos sensoriales por un asa corticorreticulotalamocortical (sensorial en la primera etapa cortical y motor en la segunda) en el hombre, y no a nivel periférico como ocurre en los animales, permite al cerebro humano estar informado de manera continua sobre los acontecimientos periféricos y afrontarlos con patrones sensoriales y motores organizados en tiempo y espacio mediante vías receptores y centros corticales específicos. Esto es, permite comprender y manipular el ambiente por medio de su representación en un mosaico somatosensorial cerebral