RESUMO
Acute abdominal pain is one of the most frequent causes of medical consultation in emergency urgent care centers. ER doctors must be capable of recognizing those cases requiring medical treatment and those requiring emergency surgery. Clinical history and physical examination are still the basis for diagnosis, and will guide decisions regarding lab tests and more safe and specific imaging. There are diagnosis such as abdominal pain of unknown origin, gastritis and constipation proven to be associated to error, therefore a stricter follow-up is recommended for these cases. Appendicitis still poses a challenge for diagnosis and if there is clinical suspicion, particularly in young patients and/or women in reproductive age, the recommended approach is ultrasound followed by CT scan (pelvis and abdomen), in case the former is not conclusive. There are special conditions for pregnant and elderly patients regarding imaging tests. During pregnancy, ultrasound and MRI are preferred, whereas CT scan is preferred in case of the elderly, except when biliary disease is suspected, in this case ultrasound is the preferred approach.
El dolor abdominal agudo es una de las causas más frecuentes de consulta a los servicios de urgencia. Los médicos de urgencia deben tener presente su amplio diagnóstico diferencial, y ser capaces de distinguir aquellos casos que requieren un manejo médico o quirúrgico de urgencia. La historia clínica y examen físico siguen siendo las armas fundamentales para el diagnóstico, que guiarán el estudio de laboratorio y la selección de imágenes más segura y de mejor sensibilidad y especificidad. Existen diagnósticos como el dolor abdominal no precisado, gastritis y constipación, que han demostrado estar asociados a error, por lo que se sugiere un seguimiento más estricto en estos casos. La apendicitis sigue siendo un desafío diagnóstico y frente a sospecha clínica, especialmente en jóvenes y/o mujeres en edad fértil, el enfrentamiento diagnóstico con imágenes recomendado es el ultrasonido, seguido de la tomografía computarizada (TC) de abdomen y pelvis, si el primero es no concluyente o negativo. La embarazada y el adulto mayor tienen condiciones especiales, y en cuanto a imágenes, se prefiere el ultrasonido y la resonancia magnética en la primera y la TC precoz en el adulto mayor, excepto cuando hay sospecha de patología biliar donde siempre es de elección el ultrasonido.