RESUMO
A partir del siglo XIX, se tomaron dos caminos distintos en la historia de la ciencia económica. Casi simultáneamente, la revolución darwiniana y la revolución marginalista tuvieron lugar pero sus intenciones ulteriores no pudieron ser más opuestas. La teoría de Darwin de la evolución de las especies por medio de la selección natural, se convirtió en un desafío a la visión del mundo dominante: la newtoniana (Witt, 1999). Este desafío al ideal newtoniano, fue influido, paradójicamente, por estímulos intelectuales proveniente de pensadores fuera de la biología. Estas influencias emanaron de la filosofía liberal del -dejar pasar, dejar hacer- de los siglos XVIII y de principios del siglo XIX. De los diarios de Darwin se destaca la correspondencia con Herbert Spencer, en donde se denota una clara influencia del trabajo de economistas-filósofos como Adam Smith, de la llamada escuela de Edimburgo, y Robert Malthus. Lo paradójico de esta situación es que ahora es Darwin quien, de vuelta, influye sobre los economistas modernos. La revolución darwiniana en la economía moderna consiste en mostrar al capitalismo como un proceso evolucionario explicado por procesos del cambio de patrones en las relaciones entre entidades. Pero gran parte de este estudio de influencia darwiniana no tiene que ver en sí con el estudio de la biología. Está relacionado con los principios y conceptos que definen el mecanismo evolucionario que es fundamento del desarrollo de la teoría evolucionista moderna. Desde el estudio del sistema natural, y sus disciplinas ¿qué podemos aprender en el campo de lo social en los temas de adaptabilidad, ante la adversidad y bio y sociodiversidad? El alto de emprenderismo en regiones y países latinoamericanos es síntoma de resiliencia social y adaptabilidad. Es en la adversidad donde se encuentra más variedad de comportamientos y hay más condiciones ante desafíos estresantes. Dado que la teoría convencional de disyuntivas racionales es insuficiente, esto plantea un reto para que futuras investigaciones consideren al pensamiento evolucionista como una alternativa a la hora de estudiar sistemas con altos niveles de emprenderismo por necesidad, alta desigualdad y alta felicidad. Es seguramente un terreno fructífero e interesante.
From the XIXth century onwards, two different paths were taken in the history of economic science. Almost simultaneously, the darwinian and the marginalist revolution took place but their respective -ulterior motif - could not be more opposited one from the other. The theory of Darwin about the evolution of the species by means of the natural selection, became a challenge to the dominant vision of the world: the Newtonian one (Witt, 1999). This challenge to the Newtonian ideal, was influenced, paradoxically, by intellectual stimuli coming from thinkers outside biology. These influences emanated from the liberal social philosophy of -laissez faire, laissez passer- during the XVIII century and beginning of the XIX century. In Darwin's correspondence with Herbert Spencer, stands out the clear influence of economists-philosophers like Adam Smith, from the so-called School of Edinburgh, and Robert Malthus. The paradox is that nowadays Darwin, in return, influences modern economists. The Darwinian revolution in the modern economy consists in showing capitalism as a evolutionary process explained by processes of change of patterns in the relations between entities. But great part of this study of Darwinian influence does not have to do with the study of Biology itself. It is related to the principles and concepts that define the evolutionary mechanism that is the foundation of the development of the modern evolutionary theory. What can we learn from the study of the natural system and its related disciplines in the field of social thinking in the adaptability of agents, in the face of adversity and bio- and sociodiversity? The high degree of entrepreneurship in Latin American countries is symptom of social resilience and adaptability. It is in adversity where more variety of behavior is present as well as higher conditions for stressing challenges. Since conventional theory of rational tradeoffs is insufficient, this raises a challenge to future research considering evolutionary thought as an alternative to studying systems with high levels of necessity-based entrepreneurship, high inequality but high degrees of happiness. It is surely a fruitful and interesting land.