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1.
Rev. venez. endocrinol. metab ; 11(3): 123-127, oct. 2013. ilus
Artigo em Espanhol | LILACS-Express | LILACS | ID: lil-702780

RESUMO

Fue hace 30 años cuando la relación entre hipertrigliceridemia y la enfermedad de la arteria coronaria se postuló por primera vez y luego se confirmó en muchos artículos, así como en el estudio PROCAM. La condición de resistencia a la insulina tiene un perfil lipídico y la capacidad intestinal para producir quilomicrones postprandiales distintiva, que cada vez es más relevante. La absorción de colesterol es regulada por un portador (NPC1L1) cuya expresión está aumentada en los pacientes diabéticos y con resistencia a la insulina, que desempeña un papel importante en el origen de la dislipidemia postprandial, que es una respuesta fisiológica durante todo el día siempre que la ingesta oral-grasa supera la necesidad. Un gran número de estudios han demostrado que la dislipidemia postprandial contribuye al desarrollo de la aterosclerosis y la enfermedad de la arteria coronaria (CAD). Los pacientes obesos y diabéticos, así como aquellos con síndrome metabólico a menudo tienen dislipidemia postprandial. El paciente diabético se caracteriza esencialmente por tener niveles elevados de colesterol no-HDL en lugar de los altos niveles de LDL. Este no- HDL cuenta con acciones para muchas partículas aterogénicas, denominándose "riesgo residual" y que no está cubierto por el uso de las estatinas. Debido a todas estas pruebas, creemos que la normalización de la medición de los niveles de triglicéridos postprandiales debe ser pertinente con el fin de utilizar este parámetro como un factor de riesgo directamente relacionado con la patogénesis de la aterosclerosis y los eventos cardiovasculares.


It was 30 years ago when the relationship between hypertriglyceridemia and coronary artery disease was first postulated and then it was confirmed in many articles as well as in the PROCAM study. The insulin-resistance condition has a distinctive lipid profile and the intestinal ability to produce postprandial chylomicrons it´s becoming more relevant. Cholesterol absorption is regulated by a carrier (NPC1L1) whose expression is increased in diabetic and insulin-resistance patients and it plays an important role originating postprandial dyslipidemia, which is a physiological response throughout the day whenever the fatty oral intake exceeds the need of it. A large number of studies have shown that postprandial dyslipidemia contributes to developing atherosclerosis and coronary artery disease (CAD). Obese and diabetic patients as well as those with metabolic syndrome often have postprandial dyslipidemia. The diabetic patient is essentially characterized for having elevated levels of Non-HDL cholesterol rather than high levels of LDL. This Non-HDL share accounts for many atherogenic particles, it is called “Residual Risk” and it is not covered by the use of statins. Due to all these evidence we believe the standardization of measuring postprandial triglycerides levels to be pertinent in order to use this parameter as a risk factor directly related with the pathogenesis of atherosclerosis and cardiovascular events.

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