1.
Rev. Asoc. Odontol. Argent
;
104(1): 1-3, mar. 2016.
Artigo
em Espanhol
| LILACS
| ID: lil-789827
RESUMO
Desde 1928, los antibióticos eran las primeras armas contra los microoganismos. En 1998 apareció una bacteria resistente que permitió el incremento de las enfermedades infecciosas. Cuanto más expuesta esté una población bacteriana a un antibiótico, las bacterias que sobrevivan se harán más resistentes, aún para defenderse de futuros antibióticos. Pero su empleo está justificado como método de profilaxis en pacientes médicamente comprometidos. En principio, debe indicarse medicación local para reducir la carga microbiana. El proifesional debe saber cuándo recetar un antibiótico y no olvidar que éste es un coadyuvante del tratamiento, ya que es el propio sistema inmune del paciente el que realiza la curación.