RESUMO
La proteía C reactiva ha sido ampliamente usada en el diagnóstico y seguimiento de diversas enfermedades; sin embargo, es necesario conocer cómo se produce este reactante de fase aguda, sus características y comportamiento en las distintas condiciones clínicas. La proteína C reactiva tiene importantes ventajas por la rapidez y magnitud de sus cambios; sus limitaciones se relacionan con el hecho de ser parte de la respuesta inflamatoria desencadenada por distintos mecanismos infecciosos y no infecciosos. Por esta razón, debe ser usada racionalmente en el marco de una enfermedad y en asociación con otras pruebas diagnósticas, llegando a ser un aporte valioso en el proceso de diagnóstico y seguimiento de distintas entidades, al igual que en la vigilancia postoperatoria y de transplantes, además permanece inalterada en presencia de desnutrición o inmunodeficiencia.