Are Believers Happier than Atheists? Well-being Measures in a Sample of Atheists and Believers in Puerto Rico / ¿Realmente son los creyentes más felices que los ateos? Medidas de Bienestar en una Muestra de Ateos y Creyentes en Puerto Rico

ABSTRACT

Currently, not much has been written about the empirical psychological well-being of the atheist community in Puerto Rico and Latin America. The objective of the present study is to analyze if there are statistically significant differences in the levels of life satisfaction and psychological flourishing between believers in God and self-identified atheists. For this purpose, a sample of 821 participants (415 believers and 406 atheists) ranging from the ages of 19 to 85 years was selected. The results show that there is a slight average difference regarding life satisfaction and psychological flourishing between these groups; however, the difference is not substantial enough to ensure that believers in God or atheists have a better quality of life. Both believers and atheists exhibit high levels of life satisfaction and psychological flourishing. This study provides empirical evidence to demystify certain traditional assumptions about the supremacy of religious beliefs over secular convictions or vice versa. We hope that these findings create social awareness and could be used as a basis for future research concerning the population of non-believers

RESUMEN

Existe poca literatura en Puerto Rico y América Latina que trate empíricamente asuntos relacionados al bienestar psicológico de la comunidad ateísta. El presente estudio tuvo como propósito analizar si existen diferencias estadísticamente significativas en los niveles de satisfacción con la vida y florecimiento psicológico entre creyentes en Dios y ateos identificados. Con este fin, se reclutó una muestra de 821 participantes (415 creyentes y 406 ateos) entre las edades de 19 y 85 años. Los resultados evidenciaron una ligera diferencia significativa en las medias de satisfacción con la vida y florecimiento psicológico entre los grupos, pero no lo suficientemente distante como para afirmar categóricamente que los creyentes o los ateos tienen una mejor calidad. Tanto creyentes como ateos, presentaron niveles robustos de satisfacción con la vida y florecimiento psicológico. El estudio aporta evidencia empírica a la desmitificación de ciertos postulados tradicionales sobre la supremacía de las creencias religiosas sobre las convicciones seculares o vice versa. Esperamos que estos hallazgos despierten la atención social y sirvan de base para futuras investigaciones con la población de no-creyentes