Cáncer de mama localmente avanzado / Locally advanced breast cancer

RESUMEN

A pesar de las campañas de educación pública y de detección precoz, el cáncer de mama localmente avanzado es la etapa de presentación más común entre las mujeres latinoamericanas. El cáncer de mama localmente avanzado se caracteriza por presentar un cuadro clínico y evolución muy variable. En la clasificación basada en el sistema TNM de la UICC, el cáncer de mama localmente avanzado incluye las etapas clínicas IIb, IIIa, IIIb y IV regional (metástasis limitadas a los ganglios supraclaviculares ipsilaterales). Hoy, el tratamiento de elección para el carcinoma de mama localmente avanzado es indisciplinario. Una estrategia generalmente aceptada es la combinación de quimioterapia primaria (neoadyuvante, o de inducción, preoperatoria), seguida de cirugía o de radioterapia, o ambas, y terapia sistémica adyuvante, (quimioterapia, hormonoterapia, o la combinación de las dos). La mayoría de las pacientes (70-90 por ciento) logran una reducción mayor del 50 por ciento en su tumor primario y linfadenopatía regional, y se han reportado tasas de remisión patológica completa en el rango del 10-20 por ciento. Aproximadamente un 70 por ciento de los tumores desciende de estadio clínico después de la quimioterapia primaria, siendo posible para muchas pacientes con cáncer localmente avanzado el uso de la cirugía conservadora de la mama (10-40 por ciento). Esta estrategia también aporta un control locorregional en más de un 75 por ciento de las pacientes. Utilizando una estrategia interdisciplinaria se reportan en forma consistente tasas de supervivencia a 10 años de más de 30 por ciento. En resumen, la historia de esta enfermedad ha cambiado dramaticamente como consecuencia de la introducción de esta estrategia interdisciplinaria. La quimioterapia primaria o neoadyuvante es el tratamiento inicial de elección para enfermas con tumores avanzados, pero la secuencia óptima de los tratamientos subsecuentes aún está por definirse. En el momento actual se evalúa el uso de estrategias y tratamientos nuevos, incluyendo dosis altas de quimioterapia, agentes citotóxicos u hormonales nuevos, terapias biológicas, terapia genética e inmunoterapia