La decisión política de despenalizar la eutanasia / The political decision to legalize euthanasia

RESUMEN

La decisión que motiva el presente estudio sobrepasa el marco de las relaciones médico-paciente, pues es en rigor una cuestión política y no sólo un asunto ético de las relaciones privadas, al implicar una respuesta al problema del valor de la vida humana y a su protección en sociedad. Se equivocarían quienes hablan de Derecho como un sistema autosustentado, como Engelhardt, porque en la base de todo orden jurídico hay una posición sobre bienes y conductas a proteger, la que es siempre moral. Tampoco se podría hablar de extraños morales, pues incurren en contradicción, ya que los extranjeros sólo pueden hablar si las diferencias de lenguaje se superan. Nadie sería tan ajeno a ojos de otro como para que sea en principio impensable la posibilidad de hablar con él. La tesis que postula la licitud de la eutanasia conecta los principios de autonomía y de daño, los que son quizá los más importantes en Occidente de fin de siglo XX. Pero al decir que la vida humana no es comerciable, que no puede instrumentalizarse se dice precisamente que no es un objeto. Así, es necesario verla en otro estatuto, que pone en riesgo la defensa de la eutanasia fundada en la autonomía y el principio de daño. Una sociedad que desee proteger sin condiciones la vida de cualquier individuo humano en ella, debe hacerlo dando a la vida un valor en sí, y no fundándose en que sólo el afectado pueda disponer libremente de ella, lo que no es una versión modificada del argumento de la pendiente resbaladiza - que pretende justificar la prohibición de la eutanasia porque su legalización, aunque esté restringida a casos en que el sujeto decide libremente finalizar su vida, conduce inevitablemente a poner en peligro la vida de otras personas que no desean ser sometidas a prácticas eutanásicas. El argumento que los autores sostienen no se basa en cuestiones de hecho, sino que lógicas: mostrar las consecuencias últimas de llevar al extremo los principios que justifican la eutanasia