Anestesia en el paciente neuroquirúrgico sentado / Anesthesia in the neurosurgical patient in the sitting position

RESUMEN

Existen muchas controversias referente a la posición sedente en neurocirugía. A pesar de que existen algunas ventajas (mejor exposición quirúgica, incremento del drenje venoso y del LCR, mejor ventilación y acceso al tórax, menor sangrado y edema conjuntival), las desventajas (hipotensión Embolismo Aereo Venoso (EAV), caudripléjia y lesión a nervios periféricos) son bastante frecuentes, aunque no fatales. Debido a la presión venosa cerebral negativa que se produce en la posición sedente durante la cirugía, el aire puede entrar libremente a través de una ventana abierta y éste puede viajar con la sangre venosa hasta la aurícula derecha y subsecuentemente hasta el lecho capilar pulmonar. En muy pocos casos el aire puede cruzar de la aurícula derecha a la izquierda a través de un foramen ovale persistente e irse a la circulación sistémica (Embolismo Aéreo Paradójico). La detección temprana de éstas complicaciones depende básicamente del tipo de monitoreo empleado. El Doppler y el CO2 al final de la espiración son los métodos de monitoreo más sensibles para la detección del EAV. Otros métodos de monitoreo (Presión arterial media, estetoscopio esofágico, electrocardiografía, catéter venoso central) son también muy importantes para el diagnóstico de las complicaciones de la posición sentada. El tratamiento depende de la severidad del caso para la hipotensión se administran líquidos I.V. en moderada cantidad y vasopresores. Para el EAV hay que suprimir el N2O, comprimir las venas yugulares, dar una maniobra de Vasalva y aspirar el aire a través del cateter venoso cenrtal. La técnica anestésica incluye una evaluación preoperatoria completa especialmente el estado cardiovascular, el uso de la Protección Cerebral durante toda la anestesia, un monitoreo completo y un control postoperatorio en la U.C.I. para mejores resultados.