Factores que influyen en la seroconversión de anticuerpos posterior a la aplicación de la vacuna antisarampión en niños de nueve meses de edad en la Región Metropolitana, febrero-junio de 1994 / Factors Who Influence in the Seroconvertion of Posterior Antibodies of Application of the Antimeasles in Childrens of Mouth Nine Age in the Región Metropolitana, february-june 1994

RESUMEN

Pretende conocer a que edad el lactante menor pierde los anticuerpos maternos, cuáles son los factores que interfieren en la respuesta inmunológica a la vacuna antisarampión y cuál sería la edad más apropiada para vacunar a éstos niños. Describe los factores que pueden estar influyendo en la seroconversión a la vacuna antisarampión, a través de un análisis estadístico, en un estudio descriptivo-propectivo-transversal que sigue una cohorte por uno o tres meses y hace un corte una vez aplicada la vacuna para esperar un mes después. Explica que en Panamá, la vacuna antisarampión se administra a los 9 meses de edad en condiciones normales, cuando se espera o hay una epidemia, la vacuna se administra a los 6 meses de edad y actualmente no existe un estudio que demuestre a que edad el lactante menor pierde los anticuerpos maternos y cuál es la edad más apropiada para vacunar a éstos niños. Consta de cuatro capítulos el primero comprende el marco conceptual que incluye el problema, justificación del estudio, las hipótesis, los objetivos y presenta el marco teórico, donde se describe la enfermedad de sarampión, todo lo relacionado con la vacuna y la revisión bibliográfica de estudios realizados en otros países que sustentan la edad óptima para vacunar contra el sarampión; el tercer capítulo trata sobre el marco metodológico, en el cual se explica el tipo de estudio y las estrategias (muestra, instrumentos, etc.) a seguir en el estudio y en el cuarto capítulo se analizan los resultados obtenidos. Demuestra que la desnutrición en 1§, que la hemoglobina menor de 12 gramos, que la morbilidad al momento de administrar la vacuna, que la historia de ningún contacto de sarampión por parte de la madre y que la presencia del virus de sarampión por parte de la madre y que la presencia del virus de sarampión en el niño constituyen factores de riesgo para seroconvertir ante la presencia del virus de sarampión. Asevera que el sarampión es una enfermedad grave y muy contagiosa de baja letalidad por si misma, que en los países en desarrollo afecta principalmente a los niños menores de cinco años de edad, produciéndoles una disminución general de las defensas del niño y una tendencia a las complicaciones broncopulmonares e intestinales que son de extraordinaria gravedad para el lactante; debido a que la protección que dan los anticuerpos maternos suelen perderse rápidamente y la enfermedad sintomática se observa en niños de 5-6 meses de edad. Indica que la vacuna antisarampión es eficáz para prevenir la enfermedad en los individuos y para controlarla en las comunidades en que los anticuerpos maternos desaparecen tempranamente y aumenta notoriamente el riesgo de infecciones naturales y además mantiene una alta tasa de inmunización en la población destinataria. Revela que el sarampión es un problema de salud pública, pero que tiene solución siempre y cuando se apliquen todos los criterios necesarios para eliminarla, ya que cumple con todos ellos, como son - Es una enfermedad fácilmente reconocible por la población; - El único reservorio del virus es el hombre; - No existen portadores de sarampión; - La transmisibilidad es por un período relativamente corto (1-2 semanas); - La vacuna tiene proteción eficáz, si se administra a la edad indicada; - La población le tiene temor a la enfermedad (factores psicológicos). Concluye entre otras, que en Panamá no existen estudios sobre los factores que favorecen o interfieren en la seroconversión de anticuerpos después de la aplicación de la vacuna antisarampión, es decir que no respondieron inmunológicamente quedando susceptibles para enfermar de sarampión, sumado a un 10 (por ciento) de niños que son vacunados, hace que un 30 (por ciento) de la población menor de (1) año tenga riesgo de contraer la enfermedad; que el 22 (por ciento) de los lactantes del estudio aún presentaban anticuerpos maternos contra el sarampión