Enfermedad de Parkinson y senilidad / Parkinson's disease and senility

RESUMEN

La enfermedad de Parkinson puede ser interpretada como una forma particular del envejecimiento precoz. Cuanto menor es la edad de comienzo el trastorno metabólico es más específico, los signos parkinsonianos son más puros, la respuesta a la L-dopa es mayor y las complicaciones del tratamiento son más precoces y frecuentes. En el parkinsonismo senil los signos son de grado moderado, simétricos, con predominio de la aquinesia y de la rigidez; los trastornos posturales y la hipotensión ortostática son de mayor relevancia, es frecuente la asociación de deterioro intelectual y de signos frontales, la evolución es benigna y la respuesta a la L-dopa es menor. El perfil de la desintegración cognitiva es similar en los parkinsonianos y en los seniles (afectación del dominio espacial, de las memorias visual y visuoespacial y de la praxia constructiva), pero en los primeros el promedio de edad es significativamente menor, lo cual sugiere un proceso de envejecimiento precoz. El estudio de la desintegración motora del anciano reveló que el parkinsonismo es la manifestación más precoz y frecuente, ubicándose en segundo término los signos frontales y piramidales. A pesar de la exclusión de los seniles con antecedentes o signos de vasulopatía, la tomografía computada mostró infartos lacunares en 23 por ciento de los casos, señalando la importancia del factor vascular en la encefalopatía senil