Urban green space use during a time of stress: A case study during the COVID-19 pandemic in Brisbane, Australia.

ABSTRACT

Spending time in nature is one potential way to cope with the negative physical and psychological health impacts from major stressful life events. In 2020, a large fraction of the global population was impacted by restrictions to contain the spread of the COVID-19 outbreak, a period characterised by marked health risks and behavioural changes. Here we explore whether people responded to this stressor by spending more time in nature and investigate the reasons for any changes.We surveyed 1,002 people in Brisbane, Australia in 2020, to measure the change in use of green space during the restrictions period and benefits people associated with visiting them.About 36% of participants increased their urban green space use, but 26% reduced it, indicating a great deal of flux. Furthermore, 45% of the previous non-users of urban green space began using it for the first time during the restrictions period. Older people were less likely to increase their green space use and those with a backyard were more likely to increase their use of green spaces.Participants' change in use occurred regardless of the amount of green space available in close proximity to their households. In addition, we did not find a relationship between nature-relatedness and change in use.People's reasons for green space use shifted during the pandemic-related restrictions period, with many emphasising improvement of personal well-being rather than consolidating community capital. Most participants indicated an increase in the importance of the psychological and physical benefits obtained from urban green spaces.We conclude that increased urban green space use during moments of stress such as the COVID-19 pandemic has the potential to ameliorate some of the negative effects of the stressor, but that the capacity and desire to spend more time in green space varies markedly across society. Sufficient urban green space provision for all sections of society will maximise the opportunity to employ a nature-based coping mechanism during times of personal or community stress.

RESUMEN

Pasar tiempo en la naturaleza es una forma de contrarrestar el impacto físico y psicológico que tiene los eventos estresantes en nuestras vidas. En el 2020, una gran porción de la población mundial fue impactada por las restricciones impuestas por la propagación del COVID­19, un periodo que se caracterizó por notables riesgos para la salud y cambios en el comportamiento de las personas. Aquí exploramos si las personas respondieron a este evento estresante pasando más tiempo en la naturaleza y también investigamos las razones asociadas a cualquier cambio.Encuestamos a 1002 personas en Brisbane, Australia, en el 2020, para medir el cambio en el uso de los espacios verdes públicos durante la cuarentena ocasionada por la pandemia y los beneficios que la gente ha asociado a su visita.Alrededor del 36% de los encuestados aumentaron el uso de los espacios verdes públicos urbanos y el 26% lo redujo, lo que indica un cambio en la concepción del uso durante la pandemia. Esto se confirma ya que un 45% de los encuestados que no han usado espacios verdes públicos previo a la cuarentena, lo utilizaron por primera vez. Los adultos mayores fueron menos proclive a aumentar el uso de espacios verdes y los encuestados que poseían un patio en sus hogares, tendieron a un mayor uso de los espacios verdes.Independientemente a la cantidad disponible de espacios verdes públicos en la proximidad de los hogares de los participantes, se ha producido un cambio en las visitas a espacios verdes públicos. Además, no encontramos una relación entre la conexión con la naturaleza de los participantes y el cambio de uso de espacios verdes públicos.Durante la cuarentena, los participantes han cambiado las razones por las cuales utilizaron espacios verdes públicos urbanos. Muchos participantes hicieron hincapié en los beneficios al bienestar personal en lugar de aquellos beneficios comunitarios. Por ejemplo, la mayoría de los participantes indicaron un aumento de la importancia de los beneficios psicológicos y físicos obtenidos por el uso de espacios verdes públicos urbanos.Concluimos que, en momentos de estrés, como por ejemplo la pandemia COVID­19, un aumento en el uso de espacios verdes tiene el potencial de mejorar algunos de los efectos negativos del estrés, pero que el deseo y la habilidad de pasar más tiempo en los espacios verdes varía notablemente en la sociedad. Proveer suficientes espacios verdes públicos para todos los sectores de la sociedad, maximizaría la oportunidad de emplear un mecanismo para afrontar los estreses personales o comunitarios, basado en la naturaleza. A free Plain Language Summary can be found within the Supporting Information of this article.