How the COVID-19 contingency affects children.

ABSTRACT

Background: Due to the pandemic, children are undergoing many changes in their daily lives. Methods: We analyzed how parents perceive the effects of the contingency on their children through an online survey shared by digital media for 7 days. Results: We obtained 4000 responses. The most frequent difficulty of the children was online homeschooling (30.4%), followed by sleeping disorders (20.3%). The use of screens increased 30-80% in over 65% of children. Tantrum was detected in 34% and mood swings in 30% of children. The majority of parents (77.8%) considered that distance education does not guarantee children's education and that the level of learning acquired through online classes is not the same as that of face-to-face education (83.5%). In contrast, 70.6% of parents considered that it is not yet time to reopen schools, 78.8% believed that there is sufficient evidence to keep them closed, and 45% indicated that it is better not to return to campus this year. Regarding activities to improve mental health during the contingency, 51.3% have created home games, and 23.6% perform physical activity. However, 74.4% do not have the peace of mind to restart daily life. Among the positive aspects of the contingency, adaptability (35%) and family union (33.5%) were reported. Conclusions: Health professionals in contact with children must be prepared for the problems that this contingency is generating and sensitize parents to observe their children and seek professional help on any alarm data on the emotional or behavioral state of the child.

RESUMEN

Introducción: Debido a la pandemia, la población infantil ha experimentado cambios en varios aspectos de su vida cotidiana. Métodos: Se analizó la percepción de los padres con respecto a los efectos de la contingencia en sus hijos a través de una encuesta en línea compartida por medios digitales durante 7 días. Resultados: Se obtuvieron 4000 respuestas. La dificultad más frecuente a la que se enfrentan los niños en la pandemia son las clases en línea en casa (30.4%), seguida de problemas para dormir (20.3%). Se identificó un incremento en el uso de pantallas del 30-80% en más del 65% de los niños. Se detectaron berrinches en el 34% y cambios de humor en el 30% de los niños. La mayoría de los padres (77.8%) consideraron que la educación a distancia no garantiza la educación de los niños, y que el nivel de aprendizaje de las clases en línea no es igual que el de las clases presenciales (83.5%). Por otro lado, el 70.6% de los padres opinaron que no es momento para abrir los colegios, el 78.8% indicaron que existe evidencia para mantenerlos cerrados y el 45% consideraron que es mejor no regresar este año al plantel. En cuanto a actividades para mejorar la salud mental en la contingencia, el 51.3% han creado juegos en casa y el 23.6% realizan actividad física. Sin embargo, el 74.4% no tienen tranquilidad para reiniciar su vida cotidiana. Dentro de las cosas positivas de la contingencia, se reportó adaptabilidad (35%) y unión familiar (33.5%). Conclusiones: Los profesionales de la salud en contacto con niños deben estar preparados para los problemas generados por esta contingencia y sensibilizar a los padres para observar a sus hijos y solicitar ayuda si detectan datos de alarma del estado emocional o conductual del niño.