Risk and protective factors for the possible development of post-traumatic stress disorder among intensive care professionals in France during the first peak of the COVID-19 epidemic.

ABSTRACT

Background: Intensive care units (ICU) are among the healthcare services most affected by the COVID-19 crisis. Stressors related to insecurity, unpredictability, patient death and family distress are significant, and put healthcare workers (HCWs) at high risk of post-traumatic stress disorder (PTSD). The aims of this study were to measure the prevalence of post-traumatic stress disorder in HCWs and to identify risk factors and protective factors during the epidemic in France. Methods: During the first peak of the epidemic (from 22 April to 13 May 2020), we assessed sources of stress (PS-ICU scale), mental health (GHQ-12) and coping strategies (Brief-COPE). Three months later (03 June to 6 July 2020), PTSD was assessed using the IES-R scale, with additional questions about sources of support. Data were collected using self-report questionnaires administered online. Results: Among 2153 professionals who participated in the study, 20.6% suffered from potential PTSD, mostly intrusion symptoms. Risk factors for the development of PTSD were having experienced additional difficult events during the crisis, having a high level of psychological distress, a high level of perceived stress related to the workload and human resources issues, the emotional burden related to the patient and family, and stressors specific to COVID-19 during the first peak of the crisis. The use of positive thinking coping strategies decreased the relationship between perceived stress and the presence of PTSD, while social support seeking strategies increased the relationship. Finally, the HCWs preferred to use support from colleagues, relatives and/or a psychologist, and very few used the telephone hotlines. Conclusion: The epidemic has had a strong traumatic impact on intensive care HCWs. Given the risk of PTSD, we need to consider implementing easily-accessible support services that focus on positive thinking coping strategies, during and after the crisis.

RESUMEN

Antecedentes Las unidades de cuidados intensivos (UCIs) se encuentran dentro de los servicios de salud más comprometidos por la crisis de la COVID-19. Los factores estresantes asociados a la inseguridad, la impredecibilidad, el fallecimiento de pacientes y la angustia familiar son considerables y colocan a los trabajadores de salud (TS) en un alto riesgo de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los objetivos de este estudio fueron el determinar la prevalencia del trastorno por estrés postraumático en TS e identificar los factores de riesgo y los factores protectores durante la epidemia en Francia.Métodos: Durante la primera ola de la epidemia (del 22 de abril al 13 de mayo del 2020) evaluamos fuentes de estrés (mediante la escala de percepción de factores estresantes en la UCI; PS-ICU en sus siglas en inglés), salud mental (mediante el cuestionario de salud general de 12 ítems; GHQ-12 en sus siglas en inglés) y estrategias de afrontamiento (mediante el inventario de la orientación del afrontamiento ante los problemas experimentados; Brief-COPE en sus siglas en inglés). Tres meses después (del 3 de junio al 6 de julio del 2020) se evaluó el TEPT mediante la escala de impacto del evento (IES-R en sus siglas en inglés) y con preguntas adicionales respecto a las fuentes de soporte. Se recolectó la información mediante cuestionarios de autoreporte realizados en línea.Resultados: De los 2.153 profesionales que participaron en el estudio, 20,6% padecían un potencial TEPT, predominando los síntomas intrusivos. Los factores de riesgo para el desarrollo del TEPT fueron el haber experimentado eventos difíciles adicionales durante la crisis, el tener un nivel elevado de angustia psicológica, un nivel alto de estrés percibido asociado a la carga laboral y a situaciones asociadas a los recursos humanos, la carga emocional relacionada al paciente y su familia, y los factores estresantes específicos de la COVID-19 durante la primera ola de la crisis. El uso del pensamiento positivo como estrategia de afrontamiento disminuía la relación entre el estrés percibido y la presencia del TEPT, mientras que las estrategias relacionadas con la búsqueda de soporte social incrementaban esta relación. Finalmente, los TS preferían emplear el soporte brindado por sus colegas, familiares y/o un psicólogo, mientras que muy pocos preferían el uso de líneas telefónicas de crisis.Conclusión: La epidemia ha tenido un fuerte impacto traumático sobre los TS de las UCIs. Dado el riesgo de TEPT, se necesita considerar la implementación de servicios de apoyo de fácil acceso que se enfoquen en el empleo del pensamiento positivo como estrategia de afrontamiento, tanto durante como después de la crisis.