La instrumentalización de la Covid-19 en la política migratoria de EE.UU. y México

ABSTRACT

El cierre de fronteras en los territorios de EE.UU., México y Centroamérica, planteado inicialmente con carácter excepcional como medida preventiva contra la expansión del virus, ha permitido en el último año y medio bloquear el paso de miles de personas en busca de seguridad. En 2012, las declaraciones de Alan Bersin, el entonces Secretario adjunto de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE.UU. (СВР por sus siglas en inglés) exponía la creciente tendencia hacia la externalización de las fronteras por parte del país norteamericano "La frontera guatemalteca con Chiapas es ahora nuestra frontera sur" (Isacson et al., 2014). En abril del año presente, ante el aumento en las llegadas de personas a la frontera de EE.UU. en busca de protección, la administración de Joe Biden anunciaba un nuevo acuerdo con México, Guatemala y Honduras para reforzar la presencia militar y policial en las fronteras de los países del sur. El día 20 de ese mes se decidía el cierre de la frontera EE.UU.-México para toda actividad considerada no esencial.