RESUMEN En esta
edición de la Ronda Clínica y Epidemiológica analizamos cuatro artículos que consideramos importantes para la
práctica clínica. El estudio del grupo SPIROMICS busca replantear la necesidad de la
espirometría para el
diagnóstico de
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (
EPOC), especialmente en los
pacientes con antecedente de
tabaquismo que tienen función pulmonar normal, pero desarrollan desenlaces de
enfermedad pulmonar crónica. Borja-Gómez y colaboradores, por otro lado, validan un enfoque sistemático para descartar
infecciones bacterianas invasivas en
niños febriles
menores de 3 meses. El estudio de Talan y colaboradores estima la utilidad del
tratamiento antibiótico con
trimetoprim-
sulfametoxazol, adicional al
drenaje quirúrgico, como una estrategia para mejorar la
curación de
abscesos en
piel en una
población con alta
prevalencia de
Staphylococcus aureus resistente a meticilina (
MRSA). Por último, el estudio del grupo EAT que analiza la introducción de
alimentos alergénicos en
lactantes a partir de los 3 meses, como una estrategia para proteger contra el desarrollo de reacciones alérgicas alimentarias posteriores.
SUMMARY In this edition of Ronda Clínica y Epidemiológica four articles that we consider important for clinical practice are analyzed. The study by the SPIROMICS group wanted to rethink the use of
spirometry for the
diagnosis of
chronic obstructive pulmonary disease (
COPD), mainly in symptomatic
patients with
smoking history and preserved pulmonary function, but with outcomes
similar to those developed in chronic
pulmonary disease. Borja Gómez et al. aimed at validating a step-by-step approach for young febrile
infants, in order to discard an invasive
bacterial infection. The study by Talan et al. wanted to demonstrate that
antibiotic therapy with
trimethoprim-sulfamethoxazole, in addition to surgical
drainage, was associated with a higher
cure rate for cutaneous
abscesses compared to placebo in a
population with high
prevalence of methicillinresistant
Staphylococcus aureus (
MRSA)
infection. Lastly, the EAT study analyzed the early introduction of allergenic
foods in
breast-fed
infants, starting at the age of 3 months, as a strategy to protect them against the development of posterior
food allergy.