Una de las
complicaciones neurológicas más frecuentes de la
anestesia neuroaxial es la
cefalea postpunción meníngea, que se puede observar luego de una
anestesia subaracnoídea o bien, de una
punción inadvertida de la
duramadre-
aracnoides durante la realización de una
anestesia epidural o después de la
punción diagnóstica para estudio de
líquido cefalorraquídeo. La
cefalea postpunción está motivada por la
fuga de líquido cefalorraquídeo a través del orificio de
punción en la
duramadre, se relaciona con varios factores entre los que se encuentran edad,
sexo, tipo de aguja y calibre, número de intentos, dirección de la aguja, dificultad de la
punción, etc. La patogenia no está del todo aclarada. Existen dos teorías que tratan de explicarla Teoría mecanicista y la Teoría vascular. El
diagnóstico es clínico y está dado fundamentalmente por
cefalea que aparece cuando el
paciente se incorpora y desaparece en el decúbito, y puede acompañarse de otros
signos y síntomas. El mejor
tratamiento es la
prevención, empleando material
anestésico y
técnica adecuada. El
tratamiento depende de la intensidad, que va desde el
reposo, hidratación,
analgésicos,
Cafeína,
Dihidroergotamina y en algunos
casos técnicas terapéuticas donde el de mejores resultados es el parche epidural hemático (AU)