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Evolución del deterioro cognitivo asociado a trastorno mental severo / No disponible

Garolera Freixa, Maite.
Inf. psiquiátr ; (216): 35-44, abr.-jun. 2014.
Artículo en Español | IBECS (España) | ID: ibc-144390
El déficit cognitivo es un síntoma cardinal de la esquizofrenia, no está causado por los síntomas psicóticos y ha sido considerado como un fuerte predictor de la capacidad funcional de las personas afectas por la enfermedad. A su vez, ha sido identificado como un importante factor de coste (directo e indirecto) asociado a la enfermedad y actualmente es uno de los focos más importantes de investigación en la esquizofrenia. La mayoría de los pacientes con esquizofrenia presentan alteraciones cognitivas. Su perfil neuropsicológico se caracteriza por el compromiso de los dominios cognitivos memoria de trabajo, atención/vigilancia, memoria y aprendizaje verbal, memoria visual, funciones ejecutivas, velocidad de procesamiento de la información y cognición social. El rendimiento cognitivo de los pacientes se sitúa entre una y dos desviaciones típicas por debajo del de los sujetos sanos. La trayectoria del deterioro cognitivo es poco clara, y se mantiene el debate sobre si este sigue un curso estable, degenerativo o mixto. Los estudios con metodología longitudinal han apoyado la hipótesis que el deterioro cognitivo permanece estable, en cambio los estudios transversales lo han orientado hacía un curso evolutivo progresivo. Pocos son los estudios realizados con pacientes mayores de 65 años, y la mayoría de ellos son personas institucionalizadas. Estudios recientes que han comparado jóvenes con ancianos con esquizofrenia concluyen que los ancianos experimentan déficits en los mismos dominios cognitivos que los jóvenes. Sin embargo, no está claro si la magnitud del déficit es comparable y si todos los dominios cognitivos se comportan en su declinar de forma similar a los del envejecimiento normal. En la población general, al envejecer se evidencian cambios cognitivos y algunas funciones neuropsicológicas parecen más sensibles que otras. La velocidad en el procesamiento de la información, la memoria episódica y la memoria de trabajo son de las que más sufren el efecto de la edad. No obstante, hay grandes diferencias individuales en este efecto de la edad sobre la cognición. Esta heterogeneidad en el envejecimiento cognitivo viene determinada por la genética y el estilo de vida. Entre los factores claves asociados al estilo de vida que afectan a la cognición están los factores cardiovasculares. Su presencia en la mediana edad tiene un efecto/efectos sobre la cognición en la vejez. Por otra parte, enfermedades crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC), suponen un factor de riesgo para el declive cognitivo. Si tenemos en cuenta los factores señalados, que interrelacionan con la cognición, y cómo su presencia complica los déficits cognitivos asociados a la edad, y aún más aquellos previos, como ocurre en el caso de la esquizofrenia, es fácil concluir que, bajo estas condiciones, es imposible que los pacientes con esquizofrenia envejezcan cognitivamente de forma exitosa. Sin embargo, algunos de estos déficits son prevenibles y tratables; por ello, en los pacientes con esquizofrenia es indispensable intervenir sobre los factores de riesgo metabólicos y cardiovasculares. Paralelamente, es imperioso promover todo aquello que incremente, desde temprana edad la reserva cognitiva activa de estos pacientes
Biblioteca responsable: ES1.1
Ubicación: BNCS