La
anorexia no es un aspecto "normal" del
envejecimiento, sino un
síntoma importante que requiere
tratamiento. Tiene la capacidad de producir
pérdida de peso significativa,
pérdida de masa muscular,
debilidad,
depresión y una mayor
susceptibilidad para padecer
complicaciones y, posiblemente, muertes derivadas de diferentes
enfermedades. Las
enfermedades cardíacas y pulmonares, el
cáncer, la
demencia, el
alcoholismo, la
depresión y las medicaciones son
sus principales
causas en
ancianos. El
diagnóstico se apoya en una
historia y
exploración física cuidadosa. La estrategia del
tratamiento se basa en el manejo de las alteraciones gastrointestinales tales como el
estreñimiento y la
diarrea, recomendaciones para aumentar la
actividad física y la
socialización, disminuir el cansancio y el rechazo a la comida