Se realizó un estudio retrospectivo entre los años 1990 y 1995 en el Hospital pediátrico Baca Ortiz de Quito, Ecuador, de una rara complicación del trauma craneal infantil. El cuadro clínico se caracteriza por la presencia de una masa pulsatil que se palpa a nivel de la línea de fractura, acompañada ocasionalmente de crisis convulsivas y cefalea. El diagnóstico se realizó en clínicas y el seguimiento con RX simple de cráneo y tomografía axial computarizada, en los que se observa el defecto óseo y un quiste leptmeningeo. Se plantea su tratamiento con invaginación del prolapso, plastia dural y reparación del defecto óseo con material sintético.