Existen elementos suficientes que nos indican que la comunicación efectiva entre los especialistas clínicos, incluyendo los de apoyo, no es toda lo buena que debiera ser y no sólo es un asunto de buena educación y consideración hacia otros colegas, sino que se relaciona directamente con los resultados de la atención médica, la cual puede ser seriamente afectada por fallas en la transmisión y comunicación de datos clínicos, resultados de exámenes, diagnósticos o terapéuticos. Los radiólogos no están exentos de estos problemas ni de sus consecuencias, por ello es importante considerar la comunicación oportuna con los tratantes como un objetivo de buena atención y debería ser normado en estándares que sugieran conductas para una comunicación apropiada y oportuna del resultado de los exámenes. Del mismo modo, la comunicación con nuestros pares radiólogos, especialmente del error diagnóstico, debe conducirse en un marco ético, con respeto y profesionalismo. Todo ello con el fin de obtener nuestro objetivo único la buena atención de nuestros pacientes.