Se presenta el caso de un
paciente joven que acude por
dolor abdominal crónico, procedente de una
zona endémica de
histoplasmosis, en quien se evidencia a la
endoscopía digestiva alta la presencia de compromiso gástrico caracterizado por presencia de
lesión ulcero infiltrante simulando un
carcinoma. El
diagnóstico final fue
histoplasmosis diseminada crónica con compromiso gástrico. El
paciente presentaba como condición subyacente hepatopatía alcohólica crónica. Se debe incluir a la
histoplasmosis en el
diagnóstico diferencial de
lesiones ulceradas y/o infiltrantes del
tracto gastrointestinal en
pacientes provenientes de zonas endémicas o con condiciones de
inmunosupresión predisponentes.