Se comunica el caso de una
mujer de 44 años con cuadro clínico-histopatológico de una
linfangiomiomatosis. Presentaba además
lesiones cutáneas y
estigmas neurológicos de
esclerosis tuberosa. Desarrolló
quilotorax recurrente y peoría progresiva que no pudieron ser controladas mediante
tratamiento con
dieta,
broncodilatadores,
corticoides y
progesterona. La búsqueda de
receptores estrogénicos en una
biopsia pulmonar a cielo abierto fue positiva. Tal hallazgo representa una evidencia importante para establecer una
asociación entre
esclerosis tuberosa y
linfangiomiomatosis. El
tratamiento con
tamoxifeno y la pleurodesis con
tetraciclina fueron medidas terapéuticas satisfactorias para detener el
curso progresivo de la
enfermedad y controlar el
quilotorax