ABSTRACT
La tos persistente es un proceso que dura más de 3-4 semanas y no se atribuye a una causa aparente. Un protocolo de diagnóstico y tratamiento secuencial, basado en el recordatorio anatómico del reflejo de la tos, proporciona la mayoría de las veces el diagnóstico etiológico final. Las 3 causas más frecuentes de tos persistente son: síndrome de goteo posnasal, asma bronquial y reflujo gastroesofágico. Las pruebas complementarias a realizar y el tratamiento de la tos persistente deben ir dirigidas, en primer lugar, a identificar esas 3 causas. Un porcentaje reducido de pacientes requiere estudios adicionales especializados y, ocasionalmente, se diagnostican enfermedades importantes que de otra forma no habrían sido identificadas y tratadas. Los antitusivos y mucolíticos no están indicados en la tos persistente y su uso sin averiguar la etiología previa de la tos sólo conduce a prolongar el síntoma y retrasar el tratamiento definitivo y efectivo de la enfermedad subyacente (AU)