ABSTRACT
Introduction: Gastric outlet obstruction or pyloric syndrome can occur secondary to neoplastic involvement, and metastasis as an etiology is unusual. Breast neoplasms generally cause bone, liver, and lung metastases, rarely involving the gastrointestinal tract. Case presentation: A 69-year-old female patient with infiltrating lobular carcinoma of the right breast consulted for abdominal pain and postprandial emetic episodes with oral intolerance and dyspnea. Bilateral neoplastic breast involvement and dilation of the gastric chamber with thickening of the pylorus were recorded. She required antiemetic management and placement of a nasogastric tube. She was taken to an upper digestive tract endoscopy, which found an ulcerated lesion with an infiltrative appearance at the postpyloric level that circumferentially compromised the duodenal lumen. Then, a biopsy was taken, which was compatible with a breast carcinoma of a lobular type. This entity, called pyloric syndrome due to neoplasia, can be managed with gastrojejunostomy or an enteral prosthesis that improves the quality of life of patients with an ominous short-term prognosis. The patient in our case expressed advance directives not to receive invasive procedures, for which an uncovered metal prosthesis was placed for palliative purposes, achieving the re-establishment of the feeding route and resolution of dyspnea due to restriction. Conclusions: The metastatic involvement of neoplasms of the breast to the gastrointestinal tract is rare; however, it should be suspected in elderly patients with previously documented neoplasms.
Introducción: La obstrucción al tracto de salida gástrico o síndrome pilórico puede presentarse de manera secundaria a compromiso neoplásico, y es inusual el compromiso metastásico como etiología. Las neoplasias de la mama generalmente originan metástasis óseas, hepáticas y pulmonares, y es infrecuente el compromiso del tracto digestivo. Presentación del caso: Se trata de una paciente de 69 años con carcinoma lobulillar infiltrante de mama derecha que consultó por dolor abdominal y episodios eméticos posprandiales con intolerancia a la vía oral y disnea. Se registró un compromiso neoplásico mamario bilateral y dilatación de la cámara gástrica con engrosamiento del píloro. Se dio manejo antiemético y colocación de sonda nasogástrica. Fue llevada a una endoscopia de vías digestivas altas en la que se encontró una lesión ulcerada de aspecto infiltrativo a nivel pospilórico que comprometía de forma circunferencial la luz duodenal, y luego se tomó una biopsia a este nivel, que fue compatible con un carcinoma mamario de tipo lobulillar. Esta entidad, denominada síndrome pilórico por neoplasias, puede manejarse con gastroyeyunostomía o con prótesis enteral que mejore la calidad de vida en pacientes con pronóstico ominoso a corto plazo. La paciente de nuestro caso manifestó voluntades anticipadas para no recibir procedimientos invasivos, por lo cual se ofreció la colocación de una prótesis metálica descubierta con fines paliativos y se logró el restablecimiento de la vía de alimentación y resolución de la disnea por restricción. Conclusiones: El compromiso metastásico de neoplasias de la mama al tracto digestivo es poco frecuente; sin embargo, debe sospecharse en pacientes de edad avanzada y con neoplasias previamente documentadas.