ABSTRACT
The religious system intersects within the health system. Religious practices seek the intervention of divine actors through practices, prayers, rites and rituals. In turn, magical practices are described as everyday symbolic precepts to which power is attributed to achieve technical and utilitarian ends without the intervention of a sacred rank or being. We sought to characterize the ideal type of magical-religious practices carried out by mothers of patients with chronic diseases, cared for in a tertiary care hospital. In-depth interviews were conducted with 12 mothers of children with various chronic illnesses. In all of them, they used the magico-religious practices as emotional self-care when facing loneliness and crises in their environment, in order to feel tranquility and peace in search of well-being of them and their children. Because of the widespread use of magico-religious practices, it is necessary to understand how they go through the health-disease process to balance the tension between the biomedical and the religious-spiritual in the search for social and spiritual wellbeing of chronically ill children.
Dentro de la atención para la salud, se interseca el sistema religioso. Las prácticas religiosas buscan una intervención de actores divinos por medio de prácticas, rezos, ritos y rituales. A su vez, las prácticas mágicas se describen como preceptos simbólicos cotidianos a los que se les atribuye poder para conseguir multas técnicas y utilitarios sin intervención de un rango o ser sagrado. Se buscó caracterizar el tipo ideal de las prácticas mágico-religiosas realizadas por madres de pacientes con enfermedades crónicas, atendidos en un hospital de tercer nivel de atención. Se realizaron entrevistas a profundidad en 12 madres con hijos con diversas enfermedades crónicas.En todas ellas, se destaca el uso de las prácticas mágico-religiosas como auto-cuidado emocional al afrontar la soledad y las crisis de su entorno, con el fin de sentir tranquilidad y paz en busca de este bienestar de ellas y de sus hijos. Por el uso extendido de las prácticas mágico-religiosas es necesario comprender cómo intersecan el proceso de salud-enfermedad, en donde el personal para la salud busque equilibrar la tensión entre el componente biológico de la enfermedad y el aspecto religioso-espiritual, en la búsqueda de bienestar social y espiritual del vínculo madre-hijo.
