ABSTRACT
El quiste del conducto tirogloso es la enfermedad congénita cervical más frecuente (7 por ciento de la población general); son generalmente benignos, pero en un 1 por ciento de los casos pueden aparecer cambios neoplásicos, sobre todo en personas mayores de 40 años. El carcinoma papilar es el diagnóstico histopatológico más frecuente y se presenta habitualmente como una masa asintomática en la línea media del cuello.La punción-aspiración con aguja fina es el test más efectivo para su detección, con un porcentaje diagnóstico del 75 por ciento. Las técnicas de imagen, generalmente, no son útiles para el diagnóstico de cambios neoplásicos de forma preoperatoria, pero algunos hallazgos en la TC permiten sospechar malignidad.La resección del quiste y del conducto tirogloso (técnica de Sistrunk) junto con la tiroidectomía total y la linfadenectomía cervical es el tratamiento recomendado. Este tratamiento radical facilita la ablación con yodo radiactivo y el seguimiento posquirúrgico mediante la medida de la tiroglobulina sérica.Todos los pacientes deben recibir tratamiento con L-T4 a dosis supresoras de la hormona tirotropa (TSH).Se presentan 4 casos de carcinoma papilar, que apareció en el seno de un quiste tirogloso, y una revisión de la bibliografía acerca del diagnóstico y los aspectos terapéuticos de esta enfermedad (AU)
