ABSTRACT
Bovine somatotropin (bST) injection was administered at the beginning of the ovulation induction with progesterone and eCG, and a second one during insemination to prove if it increased estrous response and conception rate (CR) in postpartum beef cows. A hundred and seventy four cows (Bos taurus-Bos indicus) of 60 to 100 days postpartum, with offspring and body condition of 2 to 2.5 were used. A progesterone-releasing intravaginal device (CIDR) was inserted to all females for 9 days and, while removing it, PGF2a was injected. Cows were randomly assigned to the following treatments: eCG (n = 44), received 400 IU of eCG at the moment CIDR was removed; bST (n = 44), received 500 mg of bST when CIDR was inserted and 500 mg of bST during insemination; bST-eCG (n = 44), received 500 mg of bST when CIDR was inserted and 400 IU of eCG while removing it; and 500 mg of bST during insemination; control (n = 42), only received the CIDR. Progesterone concentrations were assessed before the insertion of CIDR. IGF-I serum concentrations were determined in seven cows of each group. At the beginning of the experiment, 93% of the cows were in anoestrus. The rate of cows that showed estrus was similar (P > 0.05) between treatments [eCG (36.4%; bST (45.4%); eCG-bST (52.2%); control (40.4%)]. The CR was not different (P > 0.05) between treatments [eCG (31.2%); bST (15%); eCG-bST (34.7%); control (40%)]. Cows treated with bST had higher IGF-I concentrations than control cows. It is concluded that the injection of bST at the beginning of the ovulation induction with progesterone and eCG, and a second one during insemination does not improve estrous response or fertility in postpartum beef cows.
Se probó si la inyección de la somatotropina bovina (bST) al inicio de la inducción de la ovulación con progestágenos y eCG, y una segunda inyección en la inseminación, aumentan la respuesta estral y el porcentaje de concepción (PC) en vacas de carne posparto. Se utilizaron 174 vacas (Bos taurus-Bos indicus) de 60 a 100 días posparto, con cría y condición corporal de 2 a 2.5. Todas las hembras tuvieron un dispositivo intravaginal liberador de progesterona (CIDR) durante nueve días y al retirarlo se inyectó PGF2a. Las vacas se asignaron aleatoriamente a los siguientes tratamientos: eCG (n = 44) recibieron 400 UI de eCG al retirar el CIDR; bST (n = 44), recibieron 500 mg de bST al insertar el CIDR y 500 mg de bST en la inseminación; bST-eCG (n = 44), recibieron 500 mg de bST al insertar el CIDR y 400 UI de eCG al retirarlo, y 500 mg de bST en la inseminación; testigo (n = 42), sólo recibieron el CIDR. Se determinaron las concentraciones de progesterona antes de la inserción del CIDR. En siete vacas de cada grupo se determinaron las concentraciones séricas de IGF-I. Al inicio del experimento, 93% de las vacas estaba en anestro. La proporción de vacas que mostraron estro fue similar (P > 0.05) entre los tratamientos [eCG (36.4%); bST (45.4%); eCG-bST (52.2%); testigo (40.4%)]. El PC no difirió (P > 0.05) entre tratamientos [eCG (31.2%); bST (15%); eCG-bST (34.7%); testigo (40%)]. Las vacas tratadas con bST tuvieron mayores concentraciones de IGF-I. Se concluye que la inyección de bST al inicio de la inducción de la ovulación con progestágenos y eCG, y una segunda inyección en la inseminación no mejora la respuesta estral ni el porcentaje de concepción en vacas de carne posparto.