Your browser doesn't support javascript.
loading
Show: 20 | 50 | 100
Results 1 - 4 de 4
Filter
Add more filters










Database
Language
Publication year range
2.
Arch. esp. urol. (Ed. impr.) ; 68(1): 105-114, ene.-feb. 2015. ilus, tab
Article in Spanish | IBECS | ID: ibc-132763

ABSTRACT

El modelo sanitario tradicional se enfrenta actualmente a nuevas demandas de salud. La implantación de un sistema integrado de salud urológica puede ser una de las posibles soluciones a estas necesidades. Se requiere, por tanto, desarrollar e implementar un nuevo modelo asistencial, que incluya cambios a nivel estructural y organizativo. La adecuación de los Servicios de Urología de la Red hospitalaria idcsalud-Madrid, construyendo UroRed, constituye un nuevo sistema que se adapta a dichos cambios del entorno, para incrementar su profesionalidad y mejorar la calidad asistencial. Objectivos: Describir la gestión clínica de un Servicio de Urología corporativo (UroRed en idcsalud, Madrid) dentro de un modelo asistencial de Red de hospitales RISS (Red Integrada en Servicios de Salud). Métodos: En el período comprendido entre Noviembre de 2007 a Octubre de 2014, el Servicio de UROLOGIA del Grupo idcsalud Madrid, ha ido modelando un sistema organizativo constituido por 4 hospitales, con un equipo actual de 27 urólogos. Cada centro, ofrece y presta una determinada cartera de servicios especializados, compartiendo prestaciones y recursos humanos. Los diferentes equipos están gobernados por una misma línea de actuación. Resultados: El modelo ofrece una atención urológica integral y uniforme, dirigida a una población de 811.390 habitantes (Censo poblacional 2012), con capacidad concreta para la resolución de patologías específicas y continuidad clínica y asistencial. Conclusiones: Pertenecer a un modelo asistencial en red implica una modificación, un cambio de actitud. Conlleva un cambio organizacional basado en los procesos y los resultados que permitan controlar la gestión analíticamente, permitiendo detectar los puntos que requieren ser optimizados así como aquellos que resulten satisfactorios. Implica, por tanto, desarrollar una cultura de aprendizaje y cooperación para que los procesos sean fluidos y de calidad; crear proyectos clínicos y tecnológicos a favor de nuevas investigaciones generando recursos en base a las necesidades de la gestión conjunta del hospital. La complejidad de este modelo, requiere un trabajo centrado en las personas, sus inquietudes y su capacidad de coordinar acciones para obtener resultados en términos de calidad y profesionalidad asistencial


The traditional health care model is currently facing new health requirements. The implementation of integrated urologic health systems can be one of the possible solutions to these needs. It is mandatory to explore a new health care model, which includes structural and organizational changes. The adequacy of the urology departments of IDCsalud-Madrid network hospitals, creating URORed, is a new system adaptable to constant changes, in order to offer professionalism and quality health care. Objective: To describe the administrative/clinic management in the urology service of a health care model of Hospitals network (URORed at IDCsalud. Madrid), that has been included in a model of an Integrated network in a health care service. Methods: In the period between November 2007 to October 2014, the urology departments of IDCsalud Madrid Group, have been included in a new organizational system, including 4 hospitals, currently with 27 urologists. Each center offers specific urologic services, sharing benefits and human resources. The same directive line leads all centers. Results: The model offers an integrated and uniform urologic service to a specific population of 811.390 habitants (Population Census 2012), with capability to treat specific urologic diseases and to perform a correct clinical follow-up. Conclusions: Belonging to a health care model in network involves a change of attitude. It creates an organizational change, based on the processes and the results, which enables control of the management analytically, detecting the points that need to be optimized as well as those that are satisfactory. It implies developing a culture of learning and cooperation, so that the processes are fluent and have quality, to create clinical and technological projects in favor of new resource-generating research, based on the needs of the joint management of the hospitals network. The complexity of this model requires a work focused on the human resources, their concerns and their ability to coordinate actions to get results in terms of quality health care and professionalism


Subject(s)
Humans , Male , Female , Urology/ethics , Community Networks/classification , Community Networks/standards , Practice Patterns, Physicians'/legislation & jurisprudence , Organization and Administration/economics , Urology/education , Community Networks/organization & administration , Practice Patterns, Physicians'/ethics , Practice Patterns, Physicians'/organization & administration , Organization and Administration/standards
3.
Actas urol. esp ; 32(10): 989-994, nov.-dic. 2008.
Article in Es | IBECS | ID: ibc-69614

ABSTRACT

Introducción: La prioridad inexcusable de un programa de trasplante renal de donante vivo (TRDV) es la seguridad vital del donante, seguida de la preservación del órgano, obtenido en las mejores condiciones anatómicas y funcionales. La reducción de la morbilidad del donante, inmediata y alargo término, debe ser otro objetivo. Tanto en el TRDV como en el trasplante de cadáver el implante del órgano debe realizarse con las mayores garantías técnicas. Analizamos nuestra mortalidad, morbilidad, incidencias, técnica de la nefrectomía y otros datos relevantes observados en nuestro programa de TRDV iniciado en 1968, con la intención de comparar nuestros resultados con los publicados utilizando técnicas laparoscópicas de nefrectomía, y en consecuencia decidir si nuestro programa debe modificar, o no, sus estrategias quirúrgicas actuales. Material y métodos: Nuestro programa de trasplante renal se inició en 1964, con riñón de cadáver, y en 1968 con riñón del donante vivo. Desde junio de 1968 hasta junio del 2008 hemos realizado 243 TRDV; un reducido número de trasplantes por año. La técnica de nefrectomía empleada desde 1968-1972 fue el abordaje supracostal propuesto por Turner-Warrick y desde 1972 una mini incisión subcostal, anterior extraperitoneal. La lumbotomía convencional con resección de la última costilla nunca ha sido practicada. El riñón derecho fue utilizado en el 78% y el implante en la fosa ilíaca derecha en el 85% La cirugía del donante y el receptor se realizan simultáneamente en dos quirófanos adyacentes, por dos equipos distintos, siendo un solo cirujano responsable de ambos procedimientos; la nefrectomía y el implante. Las complicaciones peroperatorias y postoperatorias, potencialmente relacionadas con la nefrectomía, o de otra naturaleza, han sido evaluadas por los equipos urológicos y nefrológicos. Resultados: No se han detectado en nuestra serie ningún caso de muerte del donante, pérdida del órgano o complicaciones mayores tales como neumotórax, hemorragias necesitando transfusión, infecciones graves, reintervenciones. Complicaciones menores tales como paresia intestinal, fiebre, infección de la herida operatoria, fueron más frecuentes con el abordaje supracostal que con el mini incisional. Igualmente, este abordaje ha reducido el dolor postoperatorio, consumo de analgésicos y tiempo de recuperación. En el seguimiento a largo plazo la incidencia de hernias incisionales, o paresia de la pared abdominal, no han sido detectadas. La responsabilidad personal de un cirujano en ambos procedimientos soslaya reclamaciones sobre la calidad anatómica y funcional del órgano, facilita la elección de vasos para la anastomosis y reduce el tiempo operatorio y de ocupación de quirófano. Conclusiones: El análisis de nuestros resultados cuestiona la conveniencia de sustituir nuestra estrategia quirúrgica actual por los potenciales beneficios e inconvenientes de la nefrectomía laparoscópica, especialmente en un programa de TRDV de reducido número anual. Nuestra técnica de nefrectomía ha ofrecido, a lo largo de una experiencia de 40 años, máximas garantías vitales para el donante y de calidad anatómica y funcional para el órgano, con morbilidad postoperatoria similar a la conseguida con la incisión final laparoscópica (AU)


Introduction: Absolute priority in an LDKT programme are donnor safety and kidney optimal anatomical and functional preservation. Reduced donnor morbidities, both at short and long term, are important objectives. Excellent technical grafting is a must as are the strategies employed for facilitatig it. We revised the incidences of our whole LDKT programme (40 years 243 donors) to confirm if these exigences have been acomplished or a change to new surgical procedures is recommended. Material and methods: Between 1968-2008 243 nephrectomies and grafting has been performed, a reduced number per year (A cadaver programme has been running simultaneously since 1964). For the nephrectomies a Turner-Warrick apprach was inititialy used and since 1973 a miniincisional, anterior, extraperitoneal approach of approximately 10 cm in length. The right kidney was removed in 75% of the cases and the right iliacarea for the implant in 85% In adjacent opperating rooms, one team performs the nephrectomy while the other prepares and dissects free the graftingvessels. Most of the time the same senior surgeon performed both operatios: the nephrectomy and the implant. Peroperative and postoperative complications were evaluated by urologists and nephrologists in charge. Results: No donors dead, organs lost or major complications in the donors have been documented Minor complications such as intestinal paresia, wound infection, persistent incisional pain were common. Miniincisional abdominal approach reduced postoperative pain and hospital stay (4days). At long term no incisional hernia or abdominal paresia have been documented. Simultaneous work reduces ischemia time (30-45 s warm: 30-45 min cold) and opperatig room occupation (patient preparation plus anesthesia plus operation) estimated in 90-120 min for the nephrectomy and 120-160 for the grafting. The responsibility of the senior surgeon in both procedures facilitates vessel selection for the grafting. Conclusions: No reasons have been found to reconvert our current nephrectomy procedure to laparoscpic or modify current surgical strategy. Superior safety of open surgery for donors and organs is confirmed. Pain and recovery time are reduced in laparoscopic surgery but not as much when compared with miniincisional approach. Open surgery permits optimal anatomical and functional organ extration facilitatig the quality of the implant. As numbers matter in laparoscopic surgery open nephrectomy is recommended for reduced LDKT programmes (AU)


Subject(s)
Humans , Male , Female , Kidney Transplantation/methods , Kidney Transplantation/trends , Nephrectomy/methods , Anastomosis, Surgical/methods , Organ Transplantation/methods , Nephrectomy/trends , Nephrectomy , Paresis/complications , Paresis/surgery , Laparoscopy/methods
SELECTION OF CITATIONS
SEARCH DETAIL
...