ABSTRACT
Se tiene en cuenta que en la cirugía de salvataje de las extremidades la utilización de ejes de pierna o pie como receptores de puentes, no es infrecuente. Se analizaron los resultados de 59 aortografías por punción translumbar y 38 arteriografías por punción femoral, para definir los ejes arteriales permeables en la pierna y el pie. Esto permitió el estudio de 156 extremidades de pacientes con arteriopatía obstructiva crónica de los MMII. La aortografía muestra una PG de 28 por ciento, que no varió significativamente con o sin la existencia de lesiones ilíacas PG 36 y 24 por ciento respectivamente. La arteriografía por punción femoral tuvo una PG de 74 por ciento para definir los ejes de pierna y de 42 pro ciento para los ejes del pie, lo cual lo muestra como estudio más confiable con este fin que la aortografía que tiene una PG de 28 por ciento y 8 por ciento respectivamente. Cuando el contraste de una arteriografía llega hasta el cuello del pie, la precisión de la misma para definir ejes permeables en la pierna fue de 90 por ciento para la arteria peronea, 70 por ciento para la tibial anterior y 53 por ciento para la tibial posterior. Las arterias tibiales mostraron oclusión proximal con permeabilidad distal en 50 a 54 por ciento de los casos, siendo la peronea la arteria que más frecuentemente estuvo permeable, en 90 por ciento de las veces, observándose continuidad con el eje poplíteo-tronco tibio peroneo en 74 por ciento. Teniendo en cuenta estos resultados parece aventurado decidir la indicación de irrevascularización de una extremidad, contando sólo con datos aportados por alguno de estos estudios, indefectiblemente se realizarían amputaciones mayores innecesarias, asimismo aun realizando un puente distal con dichos datos podríamos no elegir el mejor de los ejes como receptor (AU)
Subject(s)
Humans , Arterial Occlusive Diseases , Leg/blood supply , Foot/blood supply , Angiography , Arterial Occlusive Diseases/diagnosis , Arterial Occlusive Diseases/surgeryABSTRACT
Se trata de un trabajo prospectivo, que analiza los resultados obtenidos en 105 pacientes sucesivos sin selección previa, ingresados con isquemia crónica crítica, con alto riesgo inmediato de pérdida del apoyo del pie. La edad promedio era de 68 años y 86 por ciento era de sexo masculino, las enfermedades asociadas predominantes eran las cardiorespiratorias, diabetes, vasculares encefálicas e insuficiencias renales. Los motivos de consulta fueron: dolor de reposo, necrosis o lesión ulcerada o ambos que no cicatrizaban. Todos los pacientes fueron valorados clínicamente y mediante técnicas no invasivas Doppler, eco-Doppler y fotopletismografía en el preoperatorio, complementándose con arteriografías y/o preprocedimiento. Se realizaron 10 amputaciones primarias (9,5 por ciento), 6 por imposibilidad de conservar el pie (60 por ciento), 2 por alto riesgo anestésico quirúrgico (20 por ciento) y 2 por inutilidad del miembro comprometido (20 por ciento). Se amputaron 6 pacientes a nivel de pierna, 2 con previa revascularización y 4 pacientes en muslo, no hubo complicaciones mayores, ni mortalidad. A 95 pacientes se los intentó revascularizar, en 5 (5 por ciento) no fue posible por irreconstructibilidad vascular, habiéndose explorado incluso directamente las arterias del pie. De los 90 pacientes restantes a 29 se les realizó revascularización suprainguinal (32 por ciento) y a 9 de éstos se les practicó revascularización a doble nivel supra e infrainguinal (31 por ciento). Tomaron origen en la aorta 8 puentes, en la arteria axilar 9 y 12 en la femoral común contralateral. A 61 pacientes se los revascularizó en el sector infrainguinal, el vaso receptor del puenteo más frecuentemente utilizado fue poplítea y en 20 casos (30 por ciento) fue necesario recurrir a una arteria del pie. En la cirugía suprainguinal la permeabilidad primaria fue de 96,5 por ciento y secundaria de 100 por ciento, hubo 6,8 por ciento de complicaciones mayores y 3,4 por ciento de mortalidad. En este grupo se preservaron todas las extremidades. En la cirugía infrainguinal la permeabilidad primaria fue de 95 por ciento, las complicaciones mayores se presentaron en 8,1 por ciento, siendo la mortalidad de 1,6 por ciento. En este grupo se preservaron 88,5 por ciento de los pies útiles para la deambulación. Se concluye que con una política agresiva de revascularización, los pacientes con isquemia crítica graves... (AU)