ABSTRACT
Existe un consenso en cuanto a que las consecuencias a largo plazo de la deprivación ovárica pueden ser prevenidas o reducidas mediante una terapia de substitución hormomal (TSH). Después de la menopausia, se produce una pérdida rápida del hueso trabecular que en uno de casa dos casos resulta en riesgo de por vida de fracturas osteoporósicas. La terapia de substitución hormonal (TSH) previene, esta pérdida del hueso y disminuye la incidencia de fracturas. Se recomienda un mínimo de 5 años de tratamiento para lograr beneficios significativos. La evidencia epidemiológica viene acumulándose en cuanto a que la terapia de estrógenos postmenopáusica reduce el riego de enfermedades cardiovasculares y de apoplejías en cerca de 30% y 70%, aún en presencia de factores de riesgo establecidos. Dada la frecuencia de enfermedades cardiovasculares, ésta viene a ser probablemente una de las ventajas originales de la terapia mediante substitución de hormonas en la próxima década. Las inquietudes acerca de la seguridad a largo plazo de la TSH se han concentrado en el cáncer endometrial y de la mama. El incremento del riesgo de cáncer de endometrio asociado con a terapia única con estrógenos es disminuida con la adición secuencia de progesterona por 10 a 12 días en cada ciclo. El posible efecto de la terapia (TSH) en cuanto a riesgo de cáncer de mama debe ser considerado frente a experiencias que indica que uno de cada 12 desarrolla esta enfermedad. Los estudios epidemiológicos que investigan esta relación son revisados en este trabajo. Existe un gram consenso en que la terapia mediante substitución de hormonas (TSH) con una duración de 5 a 6 años no incrementa los riesgos de cáncer de mama. Terapias de mayor duración (10-15 años) se han reportado, que incrementan este riesgo, pese a que no toda la información es conforme. Otros factores, tales como la historia familiar y las enfermedades benignas de mama, también podrían influir en los riesgos de cáncer...