ABSTRACT
Resumen En el momento actual no existen opciones terapéuticas específicas o vacuna para la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), causada por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). La opción con plasma convaleciente resulta atractiva, dados sus precedentes en pandemias previas, su rápida disponibilidad y su bien conocido perfil de bioseguridad. Se propone la eficacia del uso de inmunidad pasiva por medio de la transfusión de plasma convaleciente mediante distintos mecanismos de acción (neutralización, citotoxicidad mediada por anticuerpos, activación del complemento, inmunomodulación). El uso de plasma convaleciente está aprobado en pacientes con datos de gravedad o criterios de complicabilidad. Los resultados disponibles de experiencias internacionales y locales demuestran un adecuado perfil de bioseguridad (< 1% de eventos adversos graves reportados). La evidencia de la eficacia de la intervención es limitada a no más de seis series de casos, destacando la necesidad de una administración temprana, un seguimiento estrecho de variables de desenlace y la comunicación de series más robustas y con una mayor fortaleza metodológica. En nuestro país diversos grupos se encuentran realizando esfuerzos colaborativos y/o metacéntricos, lo que nos ayudará a dilucidar la relevancia de esta intervención en un panorama aún complejo de una epidemia que se encuentra en su cénit sin que se cuente con herramientas específicas para su tratamiento.
Abstract At the present time, there are no specific therapeutic options or vaccine for coronavirus disease 2019 (COVID-19), produced by the severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2). The convalescent plasma option is attractive given its precedents in the context of previous pandemics, its rapid availability in areas where the epidemic is active, and its well-known biosecurity profile. There is emerging evidence that proposes the effectiveness of the use of passive immunity through convalescent plasma transfusion, which would exert its effect through different mechanisms of action (neutralization, antibody-mediated cytotoxicity, complement activation, immunomodulation). Globally, the use of convalescent plasma is approved in patients with severe disease criteria or high risk of complication. The available results of international and local experiences demonstrate an adequate biosecurity profile of the use of convalescent plasma with a rate of serious adverse events related to the intervention of less than 1%. So far, the evidence for the efficacy of the intervention is limited to no more than 6 case series, highlighting the need for early administration, close monitoring of outcome variables, and communication of more robust series with greater methodological strength. In our country, several groups are making collaborative and/or metacentric efforts, which will help us to clarify the relevance of this intervention in a still complex panorama of an epidemic that is its highest point without specific tools for its treatment.