ABSTRACT
Presentamos dos casos clínicos de posible bloqueo subdural accidental tras la identificación del espacio epidural para la administración de analgesia en gestante a término para trabajo de parto. En los casos que describimos, la localización del espacio epidural se realizó sin incidencias. Las pruebas de identificación fueron favorables. Fue en ambos casos que se apreció la salida de líquido cefalorraquídeo cuando se introdujo el catéter. Describimos la posibilidad de haber localizado "un espacio vacío" con la aguja de Tuhoy, que bien pudo ser el espacio subdural, pero fue el catéter el que perforó la membrana subaracnoidea. Planteamos la discusión en torno a cómo hubiéramos podido saber la posición de la aguja y así haber evitado la perforación subaracnoidea con el catéter. ¿Es lógico pensar, hoy día, que deben imponerse técnicas de localización del espacio epidural más sofisticadas? (AU)
